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domingo, 9 de enero de 2011

Una broma de Doña Celia Sánchez Manduley.


César Quevedo Peralta, retratado por Celia Sánchez.
La caricatura no pudo ser mejor escogida. Guarda mucho parecido con César Quevedo:las gafas, el traje impecable, la pajarita. El material utilizado, muy humilde; una página de un bloc de notas con el escudo nacional y la referencia de la Secretaría del Consejo de Estado. "Clarísimo", "funcionando", y "ya", eran expresiones muy frecuentes del protagonista de la broma.
Pero lo verdaderamente interesante es su autora: Doña Celia Sánchez Manduley. Que practicaba un saludable sentido del humor. Un estilo personal que la hacían muy cercana a sus colaboradores. La recuerdo con gratitud y añoranza. Y esta pequeña página arrugada, que mi padre guardó junto con sus documentos más personales, me ha hecho muy felíz.
Gracias Manina.

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