Páginas vistas

viernes, 11 de julio de 2014

Otro San Fermín

A la agitada fiesta de toros y borrachos exaltados, se contrapone el día dedicado a los niños pamploneses, el encierro txiqui, con su componente religiosa de ofrendas de flores al santo. Niños sanfermineros acompañados de familiares orgullosos, juegos, cánticos y el chocolate del desayuno. Es una celebración que se escapa a los pobladores de los campings para quienes Pamplona, los navarros y hasta los toros de casta es lo de menos. (El balance de heridos resultó benigno, magullados, y los de los días anteriores evolucionan bien. El santo tiende su capote protector y el del resto se ocupan los sanitarios. Y una especial mención a los equipos de limpieza que convierten el desbarajuste nocturno en una ciudad impecable y bien oliente.

miércoles, 9 de julio de 2014

Pamplona no es Chicago

A cow jumps over the.....The bull ring at the San Fermin festival, in Pamplona during the eight-day bull running event in Spain
Así vivió A.Barriento para AP la gloriosa entrada de una vaquilla saltarina en el ruedo de Pamplona.  La publicó "The Guardian" que no recoge los heridos.
Foto de Luis Azanza para "El País"
Tercer encierro de San Fermín. CEDIDA POR MARKOS MARTÍNEZ..
La foto de Markos Martínez  y la cedió al "Diario de Navarra". Necesita pocos comentarios. El saldo del tercer encierro de los sanfermines 2014 ha sido dos heridos por asta de toro, uno de ellos el estadounidense Bill  Hillman de 32 años , que se lleva un especial recuerdo en una pierna. A lo mejor presume pero  Pamplona no es Chicago.
El bicho, que iba sexto en la carrera, parece que se hartó de tantos andaribeles, pastores, corredores, espectadores ruidosos, he hizo lo que suelen hacer los animales acosados, embestir, que para eso es una bestia muy poderosa. Total tres minutos y tres segundo, lo que es más bien tirando a largo para  un encierro

Los servicios sanitarios, la policía y todo lo previsto reaccionaron vertiginosamente. Visto y no visto. En Pamplona las previsiones son ejemplares. Lo único que no se puede controlar es la conducta de animales enormes, hartos de que les toquen las narices para festejar al patrono pamplonica. Pues eso, unos al hospital y el resto al chocolate caliente con porras, churros. Mmmmm. Y a seguir la fiesta, claro.







martes, 8 de julio de 2014

Pamplona underground: lo cutre y peligroso

Desde luego que si la señora exhibe su fornido corpachón, fastidia la fiesta. Gora sus mamarias.
Y hubo tetas, pero Google las tiene prohibidas, así que les dejo a una voluntaria que no contribuye demasiado a la lujuria y el desenfreno.
Esta fiesta hermosa se ve empañada por la conducta de ciertas bestias peludas ( no los nobles toros) como el bípedo que captó el Diario de Navarra. Se trata de una maléfica y reciente moda, que no tradición, de lanzarse desde la Fuente de Navarrería,  uno de los símbolos de identidad de la ciudad. Abajo lo esperan extasiados, los/las cómplices de tamaña horterada. No, amigos/as de todo el mundo, no forma parte de ninguna tradición navarra y/o española. Las consecuencias de un mal giro pueden provocar, por ejemplo, fractura de cervical. Basta que el tontainas lleve unos vinos de más o sus granitos de coca. El Ayuntamiento pamplonica ha hecho todo lo posible por combatir tales gillipolladas. Incluso brindar información detallada mediante una nueva pantalla, repartir, follletos, todo. Si quieren venir a morir en Pamplona, es cosa de ellos. Pero, por favor, que les cobren la asistencia médica y las exequias. Eh.



La última víctima
"Un joven estadounidense de 25 años se encuentra ingresado en el Complejo Hospitalario de Navarra con una fractura cervical, de carácter grave, producida a consecuencia de la caída sufrida este domingo al saltar desde la fuente de Navarrería, en el casco viejo de Pamplona. 

R.B.O., de 25 años, va a ser intervenido quirúrgicamente de una fractura cervical en C6, según el parte médico facilitado hoy en el hospital, donde permanece "estable", ingresado en la planta de neurocirugía". 


Otra historia. Es la de una guiri muy intelectual, estudiante de arte que, fascinada por la fiesta, se cogió por un anuncio en Internet una habitación, en lo que ella esperaba sería una "pensión típica de ambiente familiar". Lo feo del asunto es, que lo barato sale caro. No se encuentra en Pamplona nada medio decente por unos 37/40 euros en las proximidades de la fiesta. La guiri llegó al prometido paraíso y encontró  un "piso patera", rebosante de colchones y personal variopinto colocado. "Lo tomas o lo dejas guapa", le dijo su arrendatario que tan gentil se había mostrador. La verdad es que se lo había ganado con creces.