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jueves, 21 de enero de 2016

Dark Night in cool La Habana

El generoso agente que me ha permitido ocupar su despacho refrigerado, sonríe cuando le comento que yo me he ganado la vida con un ordenador como el suyo y una impresora cuyo único problema  eran los cartuchos caros. Él, "resuelve" que como en otras muchas cosas saben hacer en Cuba: los rellena, con una jeringa y tinta. ¿Y la tinta?, pregunto, "También se resuelve, con una amiga artista".
Su jornada está a punto de terminar, llega su relevo y el informático prodigioso, que supongo que es capaz de navegar en cualquier nivel de la red, me ofrece sacarme del "José Marti". Salimos de su cueva fría a la densidad de la noche en el Caribe. Noto los árboles enormes. Y aquí hay más estrellas. Y los tíos tienen muy buen rollo. Antes de emprender una carrera mas bien vertiginosa, saludamos a la agente que realiza el último control de documentación.
 Ha notado que en el coche de su compañero viaja un alien. Con una señal del brazo detiene el coche."Buenas tardes, su documentación, por favor"me dice. Y yo muy oronda muestro el pasaporte felino. Me quedo tiesa, no sea que se lo tome a mal. Pero no es así. "Continue". "Gracias por su trabajo", le digo a una mujer casi mulata de unos dos metros llamada Maite Etxebarría. Así es Cuba.
El conductor de la "máquina" es realmente un experto. No sé a donde se dirige hasta que nos detenemos en una vivienda particular donde se queda su compañero. Yo ocupo el sitio del copiloto para disfrutar de la lección de autocontrol del informático del aeropuerto.
Por fin llegamos a un edificio de tres pisos, que es, supongo, su base. Todo está impecablemente limpio. El hombre al que mentalmente he bautizado "Matrix", me sugiere que haga estiramientos. Que corra un poquito. Y es tan compasivo de ofrecerme hacer un simulacro de combate con él.
¿Puedo?, le pregunto.
Y me inclino en señal de respeto y saludo antes del kumbite
No me sale nada mal, pero noto que hay público.
De alguna manera tengo que agradecerle la bienvenida al "elegido".
Le regalo un USB de 8 GB.
"Hasta la  victoria siempre, maestro zen"

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