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viernes, 13 de julio de 2012

Pamplona es una fiesta

Foto de blogseith.com
Se aproxima el momento del "Pobre de mi", cuando termina la fiesta y se comienza a esperar con ilusión la del año próximo. En 2012, a la altura del sexto encierro, destaca la velocidad y en general, limpieza de las carreras. Algunos magníficos corredores avanzaron a grandes zancadas, eludiendo a otros participantes, y girándose  a medida que avanzan para medir la distancia de los animales. Son expertos que saben como entrar y salir del encierro. Y, según dicen los maestros de un arte como cualquier otro, hay que tener mucho ojo con los toros que "se escapan" de la manada. El encierro ideal es aquel en que cabestros y toros forman una manada razonablemente compacta y en el que el número de corredores no propicia tropezones, caidas y peligro de magulladuras graves. El ayuntamiento de Pamplona tiene buen cuidado de que la fiesta cuente con un excelente servicio sanitario a todo lo largo del recorrido. Años y años de experiencia han identificado los puntos más peligrosos: la cuesta de Santo Domingo, la curva de Mercaderes, toda la calle Estafeta, donde se ve a los animales a toda carrera. Ya en la proximidad de la Plaza de Toros se encuentra la curva de Telefónica que lleva al Callejón de peligro extremo. Hay que decirlo claro y alto para ese 15% de estadounidenses que se arriesgan a correr en sanfermines. Al participar en un encierro sanferminero se juegan la vida.

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