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lunes, 2 de enero de 2012

Carlos A. Montaner insulta a los mayores

Colografía Celia Álverez
Me gusta mucho que los vistantes de tan humilde blog provengan en primer lugar de España, seguida de muy cerca por Alemania, que de cierta manera es también mi país. Y en tercer lugar, se encuentra Rusia. Mi querida Rusia. Estados Unidos rivaliza de vez en cuando con Alemania.

Pero no es de las fuentes de tráfico de lo que quiero hablar, ni del caso Urdangarín, que personalmente me produce pena, ya que sencillamente el marido de Doña Cristina hizo  oidos sordos a las tempranas advertencias de Don Juan Carlos, al que al menos debió respetar como Jefe de Estado.

Me voy a atrever a comentar un post de uno de los periodistas más leidos del mundo. Algo así como el Oráculo de Delfos. Un electrón, (no, mejor un fotón) que oscila entre Miami y Madrid. Habla de todo. Sabe de todo. Todos le consultan. Se mueve Urbi et orbi. A los lectores alemanes y rusos les diré que se trata de Don Herr Mr. Carlos A. Montaner (o tal vez Charles A. Montaner).En Berlín y en Mockva no es nadie. Pero en Miami se lo rifan en los saraos.

Pues bien, el insigne vate, formado mayormente en Langley en diferentes habilidades, comienza el año con un articulillo que titula "Cuba 2012". No voy a hacer mención a su maníaco psicótica fijación con Fidel Castro Ruz, con el que jamás ha cruzado una palabra, pero del que ha perpetrado varias biografías, a golpe de interrogatorios a presuntos importantes personeros del régimen huidos, que disfrutan de su instante de gloria compartiendo sus experiencias de insiders con el ínclito caballero.

Exclusivamente quiero señalar su falta de respeto con las personas mayores. La indecencia de mencionar como demenciados a dos hermanos de Castro. Y de paso recordarle que Castro tendrá 85 y posiblemente haya incurrido en múltiples y profundos errores, pero que casi todas las personas de esa  avanzada edad realizan lo que según el señor Montaner afirma que hace Castro: ver la tele, leer, estar con sus hijos, con su gente.

Señor, diría usted que el Papa está demenciado. ¿Se atrevería a insultar así a un anciano culto, exquisitamente culto?, ¿No tiene usted padres ancianos?, ¿Ha descubierto usted en el insulto la fuente de la eterna juventud?. ¿También eso se aprende en Langley, Virginia?.

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