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lunes, 21 de diciembre de 2015

The day after

Cuando salieron a la palestra europea y dieron el campanazo, toda la prensa amarilla global española se les echaron a la yugular: proetarras, que es como escupirte en un ojo. Pero como ETA ha renunciado a la lucha armada (falta que de una pu a vez entreguen las pipas) el asunto no coló. Doña Espe, sufrió tal ataque de ira, que por poco se mata de un tropezón subida en sus Manolos, atacó por el lado venezolano. Cómplices de Maduro. Y lo  resumió con un "será un canto al sol". (Cuando lo de ella es un "cara al sol").En fin, se mofaron de las manifestaciones. Hubo en algunos momentos  respuestas desmesuradas por parte del Gobierno. Hordas de perro y flautas,  gentes sin apellidos. Parados/as, mayores de 45 años.Y así las cosas una asociación que analiza la calidad de la prensa de diferentes países un poco democráticos, llegó a la triste conclusión que ni uno de los diarios españoles valía los dos euros que cuestan. Que más o menos eran igual de malos. Hubo un todos a una, rasgaduras de vestiduras. Hicieron piña. En fin el mismo pasteleo.
 España va a abrir nuevos caminos, para mejor, si tenemos la inteligencia de hacerlo.
Señor Rajoy, yo no lo voté pero lo felicito.
Y a don Pablo Iglesias, a sus 37 añitos, le vaticino  una carrera política sólida. Con su currículo académico,  sera un catedrático de esos que forman al alumnado.
Apostaría que usted disfruta la poesía lírica castellana. San Juan de la Cruz.
Y por cierto,tiene usted una pinta entre caballero medieval defensor de doncellas en apuros y karateca maquavélico cuyos golpes son difíciles de esquivar.

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