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viernes, 24 de enero de 2014

Un informe de Oxfam descubre la pobreza.

No olviden sus nombres. Son los verdaderos dueños del planeta: Alberto Bailleres (82) en el sector minero, Jorge Paulo Lemann (74) en el sector de la cerveza, Alisher Usmanov (60) en acero y  telecomunicaciones, Iris Fonthona (71) en minas. Al jovencito Mark Zuckerberg (29) con Facebook, ya hay que tenerlo en cuenta. Son algunos de los principales multimillonarios, de Forbes.
 

Casi la mitad de la riqueza mundial está en manos de sólo el 1% de la población.

La riqueza del 1% de la población más rica del mundo asciende a 110 billones de dólares, una cifra 65 veces mayor que el total de la riqueza que posee la mitad pobre del mundo.

 La mitad más pobre de la población mundial posee la misma riqueza que las 85 personas más ricas del mundo.

Siete de cada diez personas viven en países donde la desigualdad económica ha aumentado en los últimos 30 años.

El 1% más rico de la población ha visto cómo se incrementaba su participación en la renta entre 1980 y 2012 en 24 de los 26 países de los que tenemos datos.

En Estados Unidos, el 1% más rico ha acumulado el 95% del crecimiento total posterior a la crisis desde 2009, mientras que el 90% más pobre de la población se ha empobrecido aún más.



Esta masiva concentración de los recursos económicos en manos de unos pocos supone una gran amenaza para los sistemas políticos y económicos inclusivos. El poder económico y político está separando cada vez más a las personas, en lugar de hacer que avancen juntas, de modo que es inevitable que se intensifiquen las tensiones sociales y aumente el riesgo de ruptura social.

Los sondeos de Oxfam en todo el mundo reflejan que la mayoría de la población cree que las leyes y normativas actuales están concebidas para beneficiar a los ricos. Una encuesta realizada en seis países (España, Brasil, India, Sudáfrica, el Reino Unido y Estados Unidos) pone de manifiesto que la mayor parte de la población considera que las leyes están diseñadas para favorecer a los ricos –en España, ocho de cada diez personas estaban de acuerdo con esta afirmación–. Otra reciente encuesta de Oxfam a trabajadores con salarios bajos en Estados Unidos revela que el 65% de ellos considera que el Congreso aprueba leyes que benefician principalmente a los ricos.

La apropiación de los procesos políticos y democráticos por parte de las élites económicas tiene unos efectos notables, que afectan por igual a países ricos y pobres. El presente informe ofrece ejemplos relacionados con la desregulación financiera, la inequidad de los sistemas fiscales, las leyes que facilitan la evasión


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