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lunes, 17 de noviembre de 2014

Endesa a mano armada

Lo que relato es un testimonio. Tiene que ver, cómo iba a ser de otra manera, con Endesa. Qué me importa el G-20. El precio de la luz y los servicios. Las cosas de comer, sí que están en mi vida.
 "Eran sobre las nueve de la mañana cuando decidí prepararme un café. Nada de cafetera italiana ni de las de potecitos monos: a calentar agua en el microondas, tres minutos, y una cucharadita de café soluble, bueno pero no excelente, vamos. Y resulta que no. Que el microondas no iba. Comprobé que estaba  conectado. En la posición correcta. Cuál no fue mi asombro y estupefacción al asegurarme  que nada iba. No había fluido eléctrico.
En la caja de mando todo parecía normal. En el pasillo sí funcionaban las luces de emergencia. También iba el ascensor. La mujer del piso superior pasaba una aspiradora.
Llegué, por un método empírico y acertado, a la conclusión cierta de que era el único pobre desgraciado de la finca que se revolvía a oscuras en un piso pequeño, diminuto, en el que hasta las persianas se mueven por la santísima voluntad de Endesa (luz de mis ojos, lucero del alba).
La factura estaba más que satisfecha. Así que tiré de teléfono y marqué el 800 correspondiente a averías.
Después de hacerme escoger la opción lingüística, de advertir "que la llamada podía ser grabada", de rogar que esperara un momento, y algunos otros mensajes crípticos y rimbombantes, se puso una operadora supongo que humana.
La empleada solicitó mi nombre, que le costó lo suyo entender. Luego quiso el DNI, que tampoco le entró a la primera. Más tarde la dirección. Me hizo esperar antes de preguntar qué (demonios) sucedía, con el tono de "se puede saber so capu-- de alelí cómo te atreves a molestarme".
Concluyó que no "había ninguna incidencia reportada en esa dirección. "Qué sería algo de la instalación de su piso", dijo.
Me enfurezco pero evito demostrarlo.
"Señora, no se ha producido ninguna incidencia notable. Ni cortocircuitos. Ni chispas. Ni conexión simultánea de muchos equipos"
 ¿"Y usted como lo sabe", riposta con marcada grosería.
Total que voy a lo que interesa: ¿"Dígame, por favor, cuánto me costará que vengan ahora a reparar lo que sea o a hacer el diagnóstico"?.
La tía disfruta el momento "65 euros dos horas", informa.
"Gracias a su magnífica empresa. Cobran igual que los dentistas aunque ustedes roban, contaminan y no saben hacer la O con un canuto".
Cuelgo.
Llamo a una pequeña, pero seria, empresa catalana. Al señor Vidal. Le consulto precio. La cosa queda en 30 para resolver el problema si no es grave o hacer el diagnóstico. IVA incluido y con factura. Él tiene acceso, y autorización, a las tomas generales (contadores).
Vidal aparece. La incidencia, la irregularidad, ha sido un botón en la entrada general. Algo ha desconectado mi toma.
Se solventa en minutos. Pero Vidal, de paso, comprueba mi conexión y los fusibles.
65 euros por dos horas es un robo. Háganse un seguro. Con Endesa el cliente es basura.

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