Bueno, aquí van algunos posibles “Whats Apps” (guasaps) para
San Valentín. Supongo que el personal que de vez en cuando trola por codondesastre tiene su
corazoncito. Su cuore. Vaya para todas las variaciones,combinaciones y permutaciones posibles: chica-chico,
chica-chica, chico-chico, mucho amor por amor, amor a Dios, intenso amor por uno mismo,
sexo en lugar de amor, amor por los animales, que suelen resultar más fieles que los
humanos.
El presente post quiere ser una ayuda práctica y sencilla. Si le van a
endosar a su “otro yo”, una colonia fresquita de supermercado, (que lo mismo sirve de ambientador para el WC) pueden añadir una tarjetita
con algunas de las líneas que aquí les sugiero. Lo mismo que si les alcanza el
presupuesto para un frasco de “Allure” o de “Air du Temp.” (entre 50 y 65
euritos). Si van a perpetrar el asesinato de regalar un peluche de los chinos,
pues erre que erre. Ah y siempre pueden atribuirse los ripios. Total, lo más
probable es que cuele…. Respecto a la ilustración es de René Portocarrero. Espero que mole.
“Tengo el presentimiento de que en algún lugar, en
el mundo de la fábula, tengo que empezar por mi amor por ti….¡Oh yo el
principiante¡” Rainer M. Rilke en Cartas a Benvenuta.
“Tengo miedo a perder la maravilla de tus ojos de
estatua, y el acento que de noche pone en la mejilla la solitaria rosa de tu
aliento”. Federico García Lorca.
“Después que te conocí todas las cosas me
sobran:el sol para tener día, abril para tener rosas”. Francisco de Quevedo.
“Te quiero como gata boca arriba, panza arriba te
quiero, maullando a través de tu mirada, de este amor-jaula violento”. Gioconda
Belli.
“Si el amor que me tenéis, Dios mío es como el que
os tengo, decidme:¿en qué me detengo? O vos, ¿en qué os detenéis?”. Santa
Teresa de Jesús.
“Así te quiero, con recuerdo de café amargo en
cada mañana sin nombre y con el sabor a carne límpia del hoyuelo de tu
rodilla”. Ernesto Che Guevara en una carta a su mujer Aleida March.
“Llevo tu nombre en el brazo tatuado desde niño y
en el corazón un ancla de juramento perdido”. Rafael de León.
“Cómo me dejas que te piense¡ Pensar en ti no lo
hago solo, yo. Pensar en ti es tenerte”. Pedro Salinas.
“Bendigo tus desdenes, adoro tus desvíos y en vez
de amarte menos te quiero mucho más”. Manuel Acuña
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