Diario sanferminero: día cinco

Hoy el encierro fue "limpio", lo que para los entendidos, los mozos (y también mozas) que llevan muchos años corriendo con suerte, significa que no hubo feos empujones, caídas graves, ni lo que es peor, cogidas por asta de toro. Al llegar al quinto día se nota que hay un poco de menos gente. Claro que es en comparación con el finde, cuando se triplica la población en Pamplona. Quiero comentarles que el trabajo de los servicios sanitarios, de los de la limpieza y de la policía es excelente. Toda la basura que se arroja durante la noche a las calles desaparece como por arte de magia. Y eso que los encargados de recogerla a veces coinciden con mucho personal que todavía sigue de marcha y que, todo sea dicho, se gana a pulso algún cariñoso chorro de agua vivificador. By the way, hoy me dió un poco de pena ver como un toro negro y enorme (con quien no me gustaría toparme de frente)  se arrodilló como pidiendo clemencia. Al parecer, se había lastimado las manos durante la carrera. Finalmente tuvo que ser empujado a los corrales de la plaza. Les aseguro que quienes amamos la fiesta sanferminera también tenemos nuestro corazoncito y respetamos mucho a los bichos.No entiendo la postura victimizadora de algunos que critican dramáticamente los San Fermines y luego van y se tragan un solomillo muy sangrante. Pero cada quien es muy libre de hacer lo que le pida el body, vamos (foto original de segundamano.es).