Fidel Castro Ruz, apartado del poder por enfermedad desde 2006
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Fidel Castro Ruz |
no deja de ser noticia.
Ha entrado en el "Libro Guinnes" de los records por ser la persona que ha sobrevivido a mayor número de atentados: 638 que se sepan, según informa Cubadebate.
Los medios empleados contra el Comandante son dignos de cualquier película de James Bond: puros inyectados con toxinas, pelotas de baseball conteniendo explosivos.
Incluso lo trataron de liquidar aprovechando su gusto por los batidos (de chocolate). Le entregaron al empleado de un hotel donde se alojaba el Comandante una ampolla con veneno. Y efectivamente, el hombre estuvo a punto de depositarlo en la batidora, pero la ampolla se había congelado, el hombre se aterrorizo y el Comandante salió indemne.
En varios casos bien documentados por el Ministerio de Interior cubano los intentos se han efectuado durante sus viajes al extranjero: cuando estuvo de visita en Chile durante la campaña electoral de Salvador Allende, corrió un serio peligro: tuvo un arma apuntándole dentro de lo que suponía ser una cámara de televisión, pero un agente cubano de un cuerpo de élite frustró el ataque.
Los motivos por los cuales el líder cubano ha sobrevivido con éxito a tan abultado número de intentos para mandarlo al otro barrio, no tienen que ver unicamente con su indudable carisma, ni con circunstancias fortuitas.
Fidel Castro es un hombre muy inteligente dotado de una notable ventaja a la hora de anticiparse a los acontecimientos. Es irremisiblemente desconfiado. Durante su etapa en la guerrilla sabía "oler" a los posibles traidores.Y encima descendiente directo de gallegos, que son bien conocidos por su cautela y porque nunca se sabe si van o vienen.
Fidel suscita a su alrededor tanto lealtades sin fisuras, como odios insondables. Los hombres y mujeres que forman su círculo más cercano sienten verdadero aprecio por su jefe, e intentan cumplir con su trabajo con entrega.
Su escolta, su gente de confianza, aquellos que en diferentes tareas traspasan el muro que impone su notable ego, han sido determinantes a la hora de frustrar esos 638 amagos de atentados que reconoce el Guinnes.
Pero posiblemente esa sea una cifra insuficiente: para matar a Fidel Castro hubiera hecho falta alguien tan imbecil como para estar dispuesto a morir en el intento.
Al parecer ninguna de las organizaciones que todavía lo quieren muerto y enterrado ha conseguido su ángel exterminador.
Fidel se morirá cuando le toque. No es eterno pero sí muy duro de pelar.