No olviden sus nombres. Son los verdaderos dueños del planeta: Alberto Bailleres (82) en el sector minero, Jorge Paulo Lemann (74) en el sector de la cerveza, Alisher Usmanov (60) en acero y telecomunicaciones, Iris Fonthona (71) en minas. Al jovencito Mark Zuckerberg (29) con Facebook, ya hay que tenerlo en cuenta. Son algunos de los principales multimillonarios, de Forbes.
• Casi la mitad de la riqueza mundial está en manos de sólo el 1% de la población.
• La riqueza del 1% de la población más rica del mundo asciende a 110 billones de dólares, una cifra 65 veces mayor que el total de la riqueza que posee la mitad pobre del mundo.
• La mitad más pobre de la población mundial posee la misma riqueza que las 85 personas más ricas del mundo.
• Siete de cada diez personas viven en países donde la desigualdad económica ha aumentado en los últimos 30 años.
• El 1% más rico de la población ha visto cómo se incrementaba su participación en la renta entre 1980 y 2012 en 24 de los 26 países de los que tenemos datos.
• En Estados Unidos, el 1% más rico ha acumulado el 95% del crecimiento total posterior a la crisis desde 2009, mientras que el 90% más pobre de la población se ha empobrecido aún más.
Esta masiva concentración de los recursos económicos en manos de unos pocos supone una gran amenaza para los sistemas políticos y económicos inclusivos. El poder económico y político está separando cada vez más a las personas, en lugar de hacer que avancen juntas, de modo que es inevitable que se intensifiquen las tensiones sociales y aumente el riesgo de ruptura social.
Los sondeos de Oxfam en todo el mundo reflejan que la mayoría de la población cree que las leyes y normativas actuales están concebidas para beneficiar a los ricos. Una encuesta realizada en seis países (España, Brasil, India, Sudáfrica, el Reino Unido y Estados Unidos) pone de manifiesto que la mayor parte de la población considera que las leyes están diseñadas para favorecer a los ricos –en España, ocho de cada diez personas estaban de acuerdo con esta afirmación–. Otra reciente encuesta de Oxfam a trabajadores con salarios bajos en Estados Unidos revela que el 65% de ellos considera que el Congreso aprueba leyes que benefician principalmente a los ricos.
La apropiación de los procesos políticos y democráticos por parte de las élites económicas tiene unos efectos notables, que afectan por igual a países ricos y pobres. El presente informe ofrece ejemplos relacionados con la desregulación financiera, la inequidad de los sistemas fiscales, las leyes que facilitan la evasión