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sábado, 15 de enero de 2011

gato guerrillero

Los genes que mandan.

No sé dónde han ido a parar los genes que codificaron esos ojos soñadores de mi bisabuela, la madre de mi abuelo. Descubro en la foto una fecha borrosa, era verano. Y ella tenía 42  espléndidos años. Me entró una súbita envidia. Su hijo heredó los labios. Pero esos ojos tal vez verdes, se han quedado perdidos en el tiempo. ¿Sería una transgénica de doncella y gata?.

viernes, 14 de enero de 2011

Euskadi hora cero: mensaje a los prófugos de ETA

Leo una lista de etarras sobre los que pesan órdenes de búsqueda y captura: Arkaitz Goicoetxea (¿seremos parientes) Leire López Zurutiza, Eneko Zarrabeitia, Jurdan Martitegui, Aitzol Etxbum, y Joseba Mikel. Me pregunto cómo habrán recibido el insuficiente comunicado de ETA. Ese ambiguo texto plagado de lugares comunes y citas altisonantes. A los militantes huídos los deja en una especie de limbo. En un camino que no lleva a ninguna parte. 
Aquellos miembros de la banda terrorista que no han cometido delitos deberían aprovechar la oportunidad que representa un Estado de Derecho. Y si son delincuentes, que lo paguen. Su mejor opción es marcar uno de estos teléfonos 900 100 091  o  900 100 062.  Tener el coraje de pedir perdón a las víctimas.Y seguir con sus vidas adelante, "por imperativo legal". 

Representación teatral en el País Vasco.


miércoles, 12 de enero de 2011

Haití en la memoria: Kuba muy alucinante 5

A veces he llegado a pensar que soy como un pararrayos para las grandes desgracias. La Crisis de los Misiles me tocó en Kuba, acabados de cumplir 14 años. Cuando el ataque de Playa Girón estaba en La Havana. Pude haber viajado en un avión de Cubana que fué explosionado. Una bomba de ETA en Madrid, no me alcanzó por 20 minutos de salvadora diferencia. 

El 11-S, lo pillé en Carolina de Norte. Ni más ni menos que en la vecindad de la tercera ciudad de importancia financiera. Y como si esto fuera moco de pavo, residía muy cerca de una central nuclear. Supe lo que era el miedo a un ataque con cepas de antrax, cuyo origen nunca quedó claro. 

Y el terremoto de Haití , el 12/01/10, me sorprendió en La Havana, donde por otra inesperada coincidencia, la temperatura bajó a la increible cifra de 3 grados Celsius. Un record histórico para el Trópico que me provocó de entrada una desagradable taquicardia, un jamacuco intenso y muy molesto. Y bastante cabreo por no poder regresar muy morena. Para darle mucha envidia a la basca.

Cuando se produjo la tragedia de Haití la televisión cubana comenzó a bombardearnos, sin parar, en vivo y en directo con imagenes dantescas. La gente en la calle se hacía eco de otra noticia: la muerte por frío de unos pacientes psiquiátricos. Sería perverso buscar culpables entre el personal sanitario. Sencillamente, el país no estaba preparado para esa contingencia extrema.

Sin embargo, lo que más me preocupaba no era tener que dormir arrebujada en mi abrigo europeo. Temía que otro temblor de tierra alcanzara al oriente de Kuba. Pero el gobierno se ocupó de inmediato de proceder a la evacuación de las regiones que comparten la falla responsable del siniestro en Haití.

Yo lo tenía muy claro: si en Kuba ocurría algo, yo me iba a tratar de ayudar en lo que fuera.

Pese a las circunstancias, no lo pasé nada mal. Me disfracé de miembro de las Tropas Especiales. El conjunto que vestía no podía ser más ridículo: unos vaqueros verde oliva muy sufridos,de origen incierto, que rescaté de un armario antiguo,  el único jersey que habia llevado, rojo fosforito, los Crocs de invierno, y una guerrera de camuflaje de Palmer. Con esa pinta me fuí a dar nada menos que al bar del Hotel Nacional, uno de los más suntuosos e historiados de La Havana. 

Ya se sabe que cuando hay frío nada mejor que un lingotazo de alcohol. Allí no había atentos camareros. Palmer, que es un caballero, se ocupó de buscar las bebidas. El establecimiento, con una vista impresionante sobre el mar, estaba mayormente ocupado por turistas cutres con aspecto tontorrón, de esos que van a Kuba en busca de la experiencia de su vida por un precio muy ajustado.

Lo mejor era la música. Un trío de abuelos marchosos que ofrecía el ambiente tropical enlatado que se espera de tamaño hotel de lujo. Yo  me lo pasé muy bien. Me marqué una Guantanamera, a voz en cuello, mientras Palmer se tronchaba de la risa.

Luego de una generosa propina, los músicos ya no nos abandonaron. Se lucieron con la canción dedicada al Ché, cuya letra ya he olvidado, pero no por eso dejé de cantar una versión de "aquí se queda la historia, la inefable transparencia, de tu querida presencia Comandante Ché Guevara". Y el mal bicho de Palmer riéndose de mí. No estaba muy borracha sólo algo inspirada.

Pasé brevemente por la tienda de souvenirs del hotel, de la que salí con un adaptador para enchufes. Había unos libros preciosos pero los precios eran como un impuesto revolucionario con Kalashnikov y cuchillo Aitor.

Regresamos a casa de mi madre en el Lada azúl que era de mi padre. Palmer siempre conduce como si participara en el París-Dakar. Le pega unos achuchones al acelerador del vehículo ruso, y hay que ver como responde. Parece un Jaguar.

Su conducción temeraria es bien conocida  en La Havana y cuando alcanza el Malecón habanero, vía rápida, el muy puñetero no deja títere con cabeza. Emplea la bocina como si llevara una ambulancia. Y el personal, claro, se quita de en medio. No les queda más remedio.

En casa de mi madre me puse morada con unos macarrones preparados por Mercedes, católica, apostólica y admiradora de Monseñor Escribá de Balaguer. El ángel de la guardia de mi madre. Sin olvidar a Elvira, que le soporta todas las majaderías a mi madre y a Lindi, una perra bastante fea. Por el cariño que mi madre le profesa, la considero mi hermana cuadrúpeda. A fin de cuentas Lindi está con ella y no le falla.

Esa tarde, pese al frío, me empeñé en visitar el Museo del Ministerio de Interior. Y allí recalé con Palmer al volante del viejo Lada. No había más que dos o tres visitantes. La señora que vendía las entradas, pese a mi atuendo aguerrido y marcial, (de paraca sonada) me cobró a mí 2 CUC, mientras que a Palmer le dejó pagar con moneda cubana. Él había acompañado al ministro en la apertura del centro, pero entre discursos y saludos, no había visto nada.

El museo se encuentra en la residencia que ocupó el embrionario ministerio, con Ramiro, Abrantes, Piñeiro, Palmer (que no se llama así) etc. etc. Exhibe toda clase de armas y artilugios con fines siniestros: una piedra simulada para contener explosivos, armas disfrazadas como bastones, máquinas para transmitir mensajes, cuchillos varios. También en las paredes tenían mapas de las operaciones de contrainteligencia realizadas con éxito. Yo me lo estaba pasando en grande. Todo era muy interesante. Es un museo único en su clase: demuestra lo que es el terrorismo contra una Isla del Caribe.

Pero sucedió lo inesperado. De pronto Palmer empezó a explicarnos a todos, visitantes y empleados, quienes eran las personas que aparecían en las fotos. Estaba visiblemente emocionado.

Y él, que suele hablar muy bajito, a diferencia de la mayoría de los habitantes de la Isla, casi gritaba. Entonces comprendí que sucedía. De golpe se había dado con la memoria de las guerras en que había participado. Veía de nuevo a sus compañeros muertos. Todos permanecimos sobrecogidos por su reacción.

Yo temí que fuera a darle un ataque de algo. Y dí por terminada la visita. La señora de la recepción me regaló unas postales. Agradecida, le planté dos besos y salí pitando, con Palmer todavía entretenido en su relato, hacia el sufrido Lada.

Terminamos en un bar junto a la costa. Yo me pedí un bocata y una cerveza Bucanero. Palmer eligió otra marca, Cristal y no quiso comer nada.

En la pequeña calle que daba al mar había un coche de los más viejos aparcado. Me acerqué a admirarlo. Y en lugar de examinar el auto, presencié un cuadro de sexo oral despepitado. Regresé a la mesa soltando carcajadas. La tarde terminaba con un poco de todo.

"Campesino",colografía de Celia Irina Álvarez (2010)
Palmer, sobre las 6, se pone un chandal y una gorrita y sale a hacer jogging por la Quinta Avenida. Los chicos  del vecindario  esperan a que pase y no pocas veces le tiran piedras. Él se resigna. Los niños le gritan "gorrita" y se ríen en su cara.

El Ché, uno de los 100 personajes cruciales del siglo XX.

Ernesto Guevara de la Serna, alias Ché, perseguido por un niño, y en una instantánea.
Ernesto Guevara de la Serna, alias Ché, figura entre las personalidades más destacadas del siglo XX. La relación de famosos la hace la revista estadounidense "Time". Existen ya al menos 4 excelentes biografías del controvertido argentino, cubano, universal. Yo tuve la oportunidad de conocerlo de niña. Creo que fué como mi primer amor. Luego lo padecí como ministro de industria. Dicen que su nombramiento ocurrió de la siguiente manera: tenía lugar una importante reunión en la que Fidel pretendía formar gobierno. El Comandante preguntó que quién era economista. El Ché entendió que quién era "comunista" y alzó la mano. Fidel, ipso facto lo nombro Ministro de Industria. El Ché hizo lo que pudo. Con gran espíritu autocrítico. Era el primero en señalar las múltiples chapuzas. La pasta dental que se solidificaba, los refrescos con sabor a medicina para la tos. Pero aquello era un absoluto desastre. El Ché aspiraba a que formáramos un hombre nuevo. Un quimérico ser que no se moviera por beneficios materiales. El Ché era un poeta de la Revolución permanente. Un utópico. Habló ante la ONU, en representación de Cuba, y dejo al personal  alucinando.
Luego desapareció. Y todos nos quedamos entre tristes y mosqueados. Circularon muchísimas teorías. Se dijo de todo. Finalmente se supo que andaba por África. Allí fracasó en su intención de convertir en combatientes a un equipo de hombres más adictos al alcohol  y el fornicio que a las teorías de Lénin. Estuvo en Árgel. Luego recaló en Praga. A veces transigió en que lo visitara Aleida, su mujer. Y finalmente, después de un entrenamiento en Pinar del Río, vino Bolivia. La CIA iba a por él. Y el sitio que escogieron para su cruzada, propició la tragedia. Lo asesinaron herido y maltrecho. Nunca se rindió. Escribió varios diarios y multiples artículos. Mientras estuvo en Praga, recluido en un "piso franco" y con escolta cubana, seguro que también escribió algo. Pero sus notas de Praga nunca han aparecido. En 1987, tras un enorme esfuerzo, Cuba recuperó sus restos. Hoy el Ché, su memoria, es objeto de un marketing desaforado. Es como la CocaCola revolucionaria. Todo lo contrario de lo que él quería. En fin, que la eternidad lo ha alcanzado de forma muy ordinaria.



Salvar al soldado Manning.

Bradley Manning lleva 7 meses de confinamiento solitario en espera de juicio. Debe haber soportado no pocas presiones psicológicas. En un momento especialmente doloroso para Estados Unidos, cabe recordar la situación de un jóven de 23 años, natural de Oklajoma que, ante un horrendo crímen, se negó a ser cómplice. 
Si desean una cobertura más completa y documentada, lean el artículo de Kevin Zeese, en Global Research.
Lo que salta a la vista es que el soldado Manning, (aunque ha infringido la ley del secreto militar, todos los militares en principio deben atenerse a dicha condición), no es un traidor a su país sino todo lo contrario.

Lo que hizo Manning fué sacar a la luz el ahora muy conocido vídeo, "collateral murder". La filmación muestra como la dotación de un helicóptero Apache ametralla a un grupo de civiles. Murieron 2 empleados de la agencia Reuter, un fotógrafo de prensa y su chofer. Murieron unas 16 personas. Dos niños sufrieron graves heridas. La frase: "Oh yeah, look at those dead bastards", grabada, es suficiente para describir el punto de vista de los perpetradores. No diré más.

De lo revelado por Manning sale a la luz el asesinato de civiles y la intención de ocultarlo. También destapó la guerra bajo cuerda que la CIA instiga en Afganistan, con la colaboración de presuntos mercenarios.

Para la profesora Majorie Cohen, especialista en leyes, adscrita a la "Thomas Jefferson School of Law", el vídeo expuesto por Manning, por medio de Wikileaks, basta para documentar una flagrante violación de la Convención de Ginebra.

Tal vez la mejor referencia sea el Juicio de Nurenberg, donde quedó claro que no se podía amparar la comisión de crímenes en base a cumplir órdenes superiores.Durante la Segunda Guerra Mundial hubo crímenes  espantosos por parte de Alemania. Pero no fueron exclusivos de los nazis:el propio pueblo alemán o los inocentes habitantes de Hiroshima y Nagasaki también aportaron incontables víctimas. 

Los soldados que asesinaron al periodista Couso, deberían ser juzgados. Pero a nadie parece importarle. Si al menos tuvieran el coraje de pedir perdón y compensar de algun modo a sus familiares. Pero tal actitud no casa con los perversos "daños colaterales".

Y Manning, si no es un héroe, al menos representa esa numerosa gente honrada, muchos de los cuales  están en el Ejército. Y que creen en America y defienden su honor como nación democrática.Tengo el privilegio de haber conocido a dos oficiales de la Navy. Visité su buque anclado en Barcelona. Flipé con su tecnología, con sus radares e instrumentos de detección, ví de cerca los misiles. Pero no me corté un pelo para criticar las guerras. Tal vez incurrí en una falta de educación: era una invitada incómoda y deslenguada.

Para mi sorpresa compatíamos muchas ideas. Teníamos más en común de lo que yo imaginaba. Cuando levaron ancla, rumbo al escenario de combate, sentí algo como una sensación de pérdida. Por suerte ambos gozan de excelente salud. Y seguimos siendo amigos.

Si quieren, pueden dirigirse a los siguientes mandos. Pueden hablar en favor del soldado Manning:

Hon. Mr. John McHugh
Secretary of the Army
101 Army Pentagon, Rm 3E560
Washintong DC 20310-0101

General George W. Casey Jr.
Chief of Staff of the Army 101 Army Pentagon, Rm. 3E672
Washintong DC 20310-0200

Lanzadera espacial aproximándose al centro espacial en Florida. Foto de la NASA.
Háganlo con respeto. Pero sin ceder un ápice.

martes, 11 de enero de 2011

Cómo ejercitar el cerebro: no hay fórmulas infalibles

Según una serie de investigaciones académicas, el ejercicio, y de forma muy moderada, sólo unos 45 minutos 3 veces por semana, mejora la llamada "memoria episódica" así como el control sobre ciertas funciones cerebrales. Y el autor del trabajo, Art Kramer, de la Universidad de Illinois, Urbana-Champaingn, hasta menciona un 20% de mejoría. Sus indagaciones han sido realizadas en personas mayores, en las que se supone que ya existe un deterioro del sistema nervioso. El mecanismo básico, la verdad no se ha desentrañado. No es una sola causa. Son muchos factores. Al parecer tiene que ver con la aparición de neuronas (no por arte de magia, sino por multiplicación celular) 
Encéfalo humano dibujado a plumilla. Texto de anatomía.
a nivel del hipocampo, que es una estructura que recuerda a un caballito de mar.

También influye en la química, estimulando la producción de neurotransmisores. El ejercicio ayuda a que se establezcan nuevas sinapsis, que son como las terminales USB, contactos entre neuronas. Cuando la red cerebral es más tupida, funciona mejor.

Pero lo que más sorprende de el artículo, es que se menciona la meditación, como estimulante de las regiones cerebrales que controlan la atención. La autora del estudio es Amishi Jha, de la Universidad de Miami.

Por último, y sin dejar de mencionar, la dieta mediterránea y el equilibrio vitamínico, algunos video juegos parece que mejoran la agilidad mental en general. El autor de tal dato trabajó con personas mayores, enfrentadas a Space Fortrees.

De lo que se saca en claro es que cualquier estímulo que mejore la plasticidad inherente del cerebro, parece que funciona.

Y un dato simpático, la neuróloga Eleanor Maguire, ya en 2003, aportó que los taxistas londinenses, capaces de memorizar los vericuetos endiblados de la capital británica, tenían mayor desarrollo en el hipocampo lateral. Se molestó en contabilizar unos 25,000 taxistas. Es decir, que el GPS, usado como única guía no estimula nuestro cerebro.

En fin, que la consigna parece ser hacer que las neuronas disparen sus "spikes", su electricidad. Cuando lo hacen, mejoran las conexiones.

Celia Sánchez Manduley in memoriam.

Instantánea de Doña Celia Sánchez Manduley (Media Luna 09/05/1920 - La Habana 11/01/1980)
No voy a nombrar a Oriente
Ni mucho menos la sierra.
No voy a nombrar la guerra,
con esa luz diferente.
No voy a nombrar la frente honrada por el laurel
Voy a nombrar sólo a Celia,
Celia Sánchez Manduley.



(Para Dra. Alicia Gloria Otazo Sánchez, Dra. Elena Otazo Sánchez, Flavia Sánchez, Ana Irma, Griselda Sánchez, Ernesta, toda su familia directa.....y todos los que compartimos su presencia.)

lunes, 10 de enero de 2011

Más allá del ADN: la memoria histórica.


Más allá de lo que ordenan los genes están las circunstancias.

Y esa otra herencia es casi tan fundamental como GCTAGATACA.

Muestro un collage que rescata la imagen de mi abuela materna: de jovencita y de recién casada.

Aparece un bono acreditativo de una jornada de trabajo voluntario en Kuba.

Añado dos documentos de identificación de mi padre.

Visto con zoom se distinguirá la firma de Celia Sánchez Manduley.

Una parte del cerebro, la amígdala, puede estar vinculada a nuestra capacidad de relacionarnos en sociedad.

Amygdala at the centre of your social network. Nature, 22/12/10
 Janelle Weaver

Dentro del cerebro de muchos vertebrados existe una estructura con forma de almendra, llamada amígdala. Aunque durante mucho tiempo se ha especulado acerca de su función en la expresión de sentimientos, no existían datos consistentes sobre su función. El trabajo aparecido en Nature que aquí se resume, apoya que la amígdala, su tamaño, puede tener que ver con nuestra capacidad de relacionarnos en sociedad. A mayor amígdala, más extensa red de relaciones.

La investigación en humanos se ha hecho con ayuda de resonancia magnética, en un significativo número de personas. Por dicho método de imaginería y unos cuestionarios diseñados por psicólogos, se encontró que,
aquellas personas con una amígdala mayor, contaban con una nutrida red de relaciones.

El encéfalo, dibujado a mano, en un viejo manual de anatomía humana. También aparece la estructura de la neurona.
Pero en nada que tenga que ver con las neurociencias se puede ser ingenuo. El cerebro humano, el de cualquier vertebrado, es de una complejidad que supera en mucho las técnicas actuales. El cerebro cambia, aprende y establece nuevas relaciones. Por eso es una estupidez homologarlo a un ordenador, que a fín de cuentas es una máquina tonta. Por el momento uno puede darse por enterado que el número de amigos con que uno cuenta puede tener que ver con el desarrollo de una parte del encéfalo.

ABSTRACT
A rough answer can be predicted by the size of a small, almond-shaped brain structure that is present
  in a wide range of vertebrates, scientists report today in Nature Neuroscience.The researchers studied the amygdala, which is involved in inter-personal functions such as interpreting emotional facial expressions, reacting to visual threats and trusting strangers. Inter-species comparisons in non-human primates have previously shown that amygdala volume is associated with troop size, suggesting that the brain region supports skills necessary for a complex social life. On the basis of these past findings, psychologist Lisa Feldman Barrett of Northeastern University in Boston, Massachusetts, wondered whether a larger amygdala size allows some humans to build a richer social world. Barrett's team measured the amygdala volume in 58 healthy adults using brain images gathered during magnetic resonance imaging sessions. To construct social networks, the researchers asked the volunteers how many people they kept in regular contact with, and how many groups those individuals belonged to. They found that participants who had bigger and more complex social networks had larger amygdala volumes. This effect did not depend on the age of the volunteers or their own perceived social support or life satisfaction, suggesting that happiness is not the underlying causal factor that links the size of this brain structure in an individual to their number of friends."We'd all predict this relationship should be found, but [the authors] did it in a very smart way by ruling out other variables," says cognitive neuroscientist Kevin Ochsner of Columbia University in New York City. "That's why I think this paper is going to end up being a citation classic, because it demonstrates the relationship in a way that gives you confidence that it's real," he adds. But it's still a mystery how the amygdala contributes to social networks. Perhaps the structure's response to faces, emotions or emotional memories influences whether someone decides to develop and maintain relationships, says Brad Dickerson, a cognitive neuroscientist at Massachusetts General Hospital in Boston. It's likely that social behaviour relies on a much broader set of brain regions, Dickerson says. In the future, the team will use functional neuroimaging approaches to determine the relationship between patterns of brain activity in an individual and the size of social groups to which they belong. Another important question is whether a big amygdala is a cause or a consequence of having a large social network. "In the end, it's probably some of both," Ochsner says. "But you first had to establish that the relationship really exists before you could address those critical questions."
 
References
    Barton, R. A. & Aggleton, J. P. in The Amygdala: A Functional Analysis (ed. Aggleton, J. P.) 479–508   (Oxford Univ. Press, 2000).
   
   Bickart, K. C. et al. Nature Neurosci. doi:10.1038/nn.2724 (2010).

domingo, 9 de enero de 2011

Socks, el gato de los Clinton.

Socks Clinton monta guardia en los jardines de la Casa Blanca.

De todos los cuadrúpedos que han pasado por la White House, (no me refiero a los gobernantes) Socks es sin duda uno de los más distinguidos. Honraba con su felina compañía a la familia Clinton. Como tiene que ser tratándose de un buen gato, solía hacer lo que le daba la gana. Patrullaba la residencia presidencial mejor que los bípedos humanos.
Noten el orgullo con que exhibe su collar antipulgas. La mirada atenta. El gesto de "aquí estoy porque me place".

Equipo de seguridad de la Casa Blanca en época de Bush (Jr.).


La foto de Susan Sterne muestran al equipo de seguridad del presidente Bush. Y no se trata de otra filtración "made by Assange".

El perro con manchas marrón y orejas caídas, era el oficial encargado de seguir al presidente, hasta en sus momentos más íntimos. Bastante silencioso, despertaba a lenguetazos al ocupante de la sala oval.

El "scotish", negrísimo y con orejas erectas, tenía por función el pesquisaje de explosivos. Lo malo es que a veces confundía las ventosidades presidenciales con goma 2.

La genuina estrella indiscutible del equipo era, y sigue siendo "India", la gata adorada por la señora Bush. El inteligente animal fue objeto de una errónea intervención de la CIA. Un agente le instaló un nanochip, a fin de reforzar las medidas de seguridad en torno al presidente.

Lo cierto es que no era una mala idea. En principio India era, con diferencia, el ser viviente más cercano a los Bush. Y se metía por donde le daba la gana. Los perros, dóciles y dependientes de sus entrenadores, la envidiaban. Pero tenían que tragar, porque estaba de por medio la Primera Dama.

Cuando Laura Bush, mucho más inteligente que su marido, descubrió que a su gata favorita le habían implantado un GPS, montó en cólera. Se lo tomó como una intolerable intromisión en su intimidad.

El agente que fraguó la iniciativa salió, con el rabo entre las piernas, por la puerta de servicio de la Casa Blanca. Le recomendaron que acudiera a un servicio de salud mental. El  pobre tipo convulsionaba cada vez que veía un cat.

Soy Cuba: la primera coproducción cubano soviética.

Serigrafía a color de René Portocarrero. Cartel de la primera película cubano soviética, años 60.
Los rusos quedaron fascinados por la luz y el ritmo de la Isla, que casi era una extensión de la antigua URSS. Así nació la primera película conjunta cubano soviética. Hoy probablemente reposa en algún archivo refrigerado. Parte de la cinta se rodó en un club de Miramar, que ya había dejado de ser privado. Los niños de la vecindad hicimos todo lo posible para hacer fracasar el proyecto. Nos colábamos en el plató. Incordiábamos a técnicos y guionistas. Acosábamos a los artistas. Algunos insultábamos cordialmente a los rusos."Tovarich mariquita".
Mihail Kalatosov, al borde de un ataque de nervios, nos concedió algunos planos, que con seguridad nunca llegaron a formar parte de su filme. Posiblemente su opera prima en el Caribe, resultó una plasta colorista. Lo mejor que, tal vez, queda de ella es el cartel de René Portocarrero.

Una broma de Doña Celia Sánchez Manduley.


César Quevedo Peralta, retratado por Celia Sánchez.
La caricatura no pudo ser mejor escogida. Guarda mucho parecido con César Quevedo:las gafas, el traje impecable, la pajarita. El material utilizado, muy humilde; una página de un bloc de notas con el escudo nacional y la referencia de la Secretaría del Consejo de Estado. "Clarísimo", "funcionando", y "ya", eran expresiones muy frecuentes del protagonista de la broma.
Pero lo verdaderamente interesante es su autora: Doña Celia Sánchez Manduley. Que practicaba un saludable sentido del humor. Un estilo personal que la hacían muy cercana a sus colaboradores. La recuerdo con gratitud y añoranza. Y esta pequeña página arrugada, que mi padre guardó junto con sus documentos más personales, me ha hecho muy felíz.
Gracias Manina.