Secretaria de Estado Hillary R. Clinton |
Uno puede pensar que los militares están fumados, pinchados o ambas cosa. Porque orinar encima de un cadáver humano es algo que degrada tanto a quien lo practica, que se busca instintivamente un eximente, una razón remota.
Algunos ritos bélicos de ciertas tribus, citados por Fraser, contemplaban el ingerir el corazón de los enemigos como forma de incorporar su fuerza.
Pero aquí no se trata de presuntos salvajes sino de miembros del cuerpo de marines de Estados Unidos, tal vez procedentes de una base de Carolina del Norte.
Allí tengo numerosos buenos amigos. Gente que ama su país como yo también lo hago. Mear encima de un cadaver humano es ni más ni menos que una profanación. ¿Cuántas cosas suceden en Afganistán y no nos enteramos?.
Y encima sale la Sra. Clinton rasgándose las vestiduras. Tan ñoña y pasada de moda. Cierren de una vez Guantánamo. Dejen de jugar a las guerras nucleares. Todavía están a tiempo.(Para documentación visitar Global Research).