Foto: Oso y mendigo. codondesastre. Madrid. |
Se evita denominarlos "pobres". Son "los más desfavorecidos". Los más necesitados. El oscuro objeto del deseo de cierta caridad. En diferentes puntos del pueblo en que habito se les pueden ver. Han aumentado. He hablado con algunos de ellos. Y aquí va una síntesis. Lugar de trabajo por excelencia (mendicidad): a las puertas de supermercados. Las iglesias, mucho menos. He conversado largo y tendido con Mihail, un rumano de ojos chispeantes que con su cordialidad y saber estar, se gana al personal y con frecuencia llena el vaso de plástico con el que colecta monedas. Puede hacerse con unos 15 euros al día. Lo del alojamiento lo resuelve escondido en un edificio abandonado. Pero no es un okupa, en el sentido estricto. Le aconsejo que tenga cuidado. Y el asiente. Sabe lo que es la capital del Alto Ampurdán. A Mihail no le hace falta hurgar en los contenedores de basura. Pero con frecuencia hay puntos de la ciudad en los que se dan cita muchos "clientes", para hacerse con productos desechados por los comercios. A menudo se organizan colas. Un trabajador de la limpieza marroquí, con turno nocturno en La Jonquera, me explica que cualquier familia podría subsistir holgadamente con lo que se encuentra en las basuras. Como botón de muestra me ofrece un estuche de patés franceses. No están caducados. Van en bonitos envases de cristal perfectamente estancos. Son caros. Ismael me ha alegrado el día. Mmmm.
El frío, que en el Ampurdán no es polar, siempre que no bufe la Tramontana, se combate con cartones. Arrebujándose en un cajero. Hechos unos ovillos lamentables. También no faltan personas que les regalan ropa de abrigo y mantas. Existen algunos prejuicios respecto a las personas que mendigan, a los/as sin techo. No son necesariamente adictos/as al alcohol y/o las drogas. No asumen conductas agresivas. Es una estupidez juzgarlos. No somos mejores. Y nunca se sabe lo que nos depara el futuro. La organización católica "Cáritas" desaconseja dar limosnas en la calle. Personalmente, como no podía ser de otra manera, yo hago con mi muy magro presupuesto lo que me da la gana. Y si un día le pago una birra a un/a colega. ¿Qué más da regalarle dos euritos a un/a sin techo, y que él o ella los "invierta" como le apetezca?.
El frío, que en el Ampurdán no es polar, siempre que no bufe la Tramontana, se combate con cartones. Arrebujándose en un cajero. Hechos unos ovillos lamentables. También no faltan personas que les regalan ropa de abrigo y mantas. Existen algunos prejuicios respecto a las personas que mendigan, a los/as sin techo. No son necesariamente adictos/as al alcohol y/o las drogas. No asumen conductas agresivas. Es una estupidez juzgarlos. No somos mejores. Y nunca se sabe lo que nos depara el futuro. La organización católica "Cáritas" desaconseja dar limosnas en la calle. Personalmente, como no podía ser de otra manera, yo hago con mi muy magro presupuesto lo que me da la gana. Y si un día le pago una birra a un/a colega. ¿Qué más da regalarle dos euritos a un/a sin techo, y que él o ella los "invierta" como le apetezca?.
"El portal Raw Story ha reunido miles de comentarios de gente con pocos recursos económicos publicados en el sitio Reddit, para conocer cómo es ser pobre y encontrar la solución a cualquier problema.
"A menudo las panaderías tiran a la basura un pan algo duro envuelto en una bolsa de papel. Nosotros podíamos recuperarlo y teníamos en casa un poco de un excelente pan que todavía se podía comer", comparte su experiencia el usuario Robutmike.
Algunos dan consejos sobre cómo se puede ahorrar la poca comida que hay en la nevera. "No comen más de una vez al día a la misma hora todos los días. Después de una semana, su organismo se acostumbrará y no van a ser tan voraces comiendo todo el tiempo", escribe Daytimeghosts.
A veces para ganar un poco de dinero sólo hay que salir de casa y dar un paseo por las calles, aseguran otros. "Cuando yo era pobre, solía salir a caminar todos los días sólo para buscar las monedas que se les caía a otra gente. Estaciones de servicio o estacionamientos eran como minas de oro. Uno ve cómo se les cae 25 céntimos y ni lo recogen, y yo pensaba: ¿Cómo pueden desperdiciar tanto dinero?", comparte sus recuerdos Happybex.
Muchos usuarios que pasan o han pasado por la pobreza comentan cuánta alegría y esperanza les da encontrar un billete de 5 dólares, ropa usada en la basura o comida que dejaron otros en los restaurantes 'fast food'. Las cosas que se aprecian sólo cuando alguien no las tiene". (Con datos de RT)
No hay comentarios:
Publicar un comentario