El jueves 18 de diciembre, una semana antes de Navidad, el español Daniel Pérez Berlanga de 37 años y natural de Teruel, empotró su vehículo contra la sede del PP en la céntrica calle Génova en Madrid, al estilo kamikaze sonao o coche bomba yihaidista
Su temeraria acción provocó interrupciones en el servicio del metro y de la circulación capitalina, así como una justificada alarma entre la ciudadanía ya que no hay que olvidar que la capital de España ha padecido varios graves ataques terroristas.
Pérez Berlanga fue detenido, según confirmaron fuentes policiales. Los TEDAX acordonaron la zona ya que el coche portaba dos bombonas de butano y sustancias de naturaleza desconocida en ese momento.
Inicialmente circuló la noticia de que el conductor culpaba al PP por "haberlo perdido todo". La posterior investigación policial, así como un registro practicado en el domicilio del detenido en Teruel pusieron las cosas en su sitio: el artefacto era "casero" y el detenido guardaba otros productos químicos. El artefacto explosivo, de haber estallado, lo que podía haber ocurrido en minutos mediante activación a distancia, hubiera causado daños imposibles de predecir.
Como suele ocurrir, se evaluó a Pérez desde el punto de vista forense. Así se supo que carecía de historial de enfermedades nerviosas y que su conducta no podía vincularse con alguna patología activa. En cuanto a antecedentes penales en su expediente apareció el robo de un vehículo perpetrado diez años antes. Pérez Berlanga, por su parte, explicó su acción como un ataque a "toda la clase política".
A quienes fuera de España visitan (muchas gracias) codón desastre, les informo que tales acciones violentas de rechazo a la actual situación política española, no representan, ni de lejos, a una ciudadanía ansiosa sí, de cambios, pero no con métodos propios de matones.
Los daños materiales causados por Pérez Berlanga de una u otra manera repercutirán en el erario público. Su "protesta" desató alarma social. Ocupó el valioso tiempo de muchos profesionales. Hay que alegrarse de que no hubo que lamentar daños personales.
Pueden creerme. El body me pide, en nombre de todos los españoles sin un trabajo digno, poner a caer de un burro al ciudadano Pérez Berlanga. Insultarlo floridamente. Pero me abstengo.
Señor Pérez, vale, ya ha tenido sus quince minutos de gloria. Ha dejado hecho un buñuelo un buen coche. Y créame, hay españoles/as que saben ser felices con 470 euros de paga. Hay muchísimas mujeres valientes que sacan adelante su familia solas. No se desesperan:luchan. O buscan ayuda.
Señor Pérez Berlanga, by the way, estudie idiomas, use windows 8, practique kárate, (que es como un ataque de nervios controlado), póngase a fregar escaleras o inodoros. A recoger fruta. A varear aceitunas. Métase a chatarrero. Intente vender algo (legal) que le compren. O es que le daría vergüenza. Ignoro de qué emporio empresarial proviene. Pero perdone usted, con lo que ha hecho se ha ganado la "Órden codondesastrera al Pringao de 2014".
Ah y si está tan, tan cabreado acuérdese, lo nuestro, el Reino de España, es un Estado de Derecho. Tenemos las urnas. Podemos.
Su temeraria acción provocó interrupciones en el servicio del metro y de la circulación capitalina, así como una justificada alarma entre la ciudadanía ya que no hay que olvidar que la capital de España ha padecido varios graves ataques terroristas.
Pérez Berlanga fue detenido, según confirmaron fuentes policiales. Los TEDAX acordonaron la zona ya que el coche portaba dos bombonas de butano y sustancias de naturaleza desconocida en ese momento.
Inicialmente circuló la noticia de que el conductor culpaba al PP por "haberlo perdido todo". La posterior investigación policial, así como un registro practicado en el domicilio del detenido en Teruel pusieron las cosas en su sitio: el artefacto era "casero" y el detenido guardaba otros productos químicos. El artefacto explosivo, de haber estallado, lo que podía haber ocurrido en minutos mediante activación a distancia, hubiera causado daños imposibles de predecir.
Como suele ocurrir, se evaluó a Pérez desde el punto de vista forense. Así se supo que carecía de historial de enfermedades nerviosas y que su conducta no podía vincularse con alguna patología activa. En cuanto a antecedentes penales en su expediente apareció el robo de un vehículo perpetrado diez años antes. Pérez Berlanga, por su parte, explicó su acción como un ataque a "toda la clase política".
Los daños materiales causados por Pérez Berlanga de una u otra manera repercutirán en el erario público. Su "protesta" desató alarma social. Ocupó el valioso tiempo de muchos profesionales. Hay que alegrarse de que no hubo que lamentar daños personales.
Pueden creerme. El body me pide, en nombre de todos los españoles sin un trabajo digno, poner a caer de un burro al ciudadano Pérez Berlanga. Insultarlo floridamente. Pero me abstengo.
Señor Pérez, vale, ya ha tenido sus quince minutos de gloria. Ha dejado hecho un buñuelo un buen coche. Y créame, hay españoles/as que saben ser felices con 470 euros de paga. Hay muchísimas mujeres valientes que sacan adelante su familia solas. No se desesperan:luchan. O buscan ayuda.
Señor Pérez Berlanga, by the way, estudie idiomas, use windows 8, practique kárate, (que es como un ataque de nervios controlado), póngase a fregar escaleras o inodoros. A recoger fruta. A varear aceitunas. Métase a chatarrero. Intente vender algo (legal) que le compren. O es que le daría vergüenza. Ignoro de qué emporio empresarial proviene. Pero perdone usted, con lo que ha hecho se ha ganado la "Órden codondesastrera al Pringao de 2014".
Ah y si está tan, tan cabreado acuérdese, lo nuestro, el Reino de España, es un Estado de Derecho. Tenemos las urnas. Podemos.
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