Por Roberto García Hernández (Periodista de PL)
La ausencia de tropas terrestres en las zonas bombardeadas hace más
difícil que el mando militar estadounidense verifique los resultados de
sus ataques y ocupe las posiciones de las que son desplazados los
yihaidista
Precisamente, el posible envío de fuerzas de tierra adquirió nuevos
matices en las últimas semanas, con la insistencia de líderes políticos
y militares en la necesidad de emplearlas para derrotar a esos extremistas del ISIS.
Entre los expertos en el tema parece existir coincidencia en que los golpes aéreos
por sí solos no podrán cumplir el objetivo de Obama de destruir las agrupaciones del ISIS en Iraq y
Siria, pero existen divergencias en torno a qué país (o países)
será/n el/los que aportarán las unidades.
En un intento por justificar una escalada en la lucha contra el EI,
Obama admitió recientemente que los servicios de espionaje de su país
subestimaron inicialmente las capacidades militares de los yihadistas.
El Presidente agregó que informaciones de inteligencia
más recientes han permitido conocer con mayor precisión el tipo de
fuerza que es necesario utilizar para combatir a los fundamentalistas.
En ese sentido, el presidente de la Cámara de Representantes estadounidense
John Boehner, estima que no tendrá éxito la estrategia esbozada por Obama
contra , porque finalmente para derrotarlo "alguien tendrá que poner sus
botas en el terreno".
Obama insiste en que no enviará tropas terrestres a Iraq para
combatir a los yihadistas y que las fuerzas desplegadas allí -unos dos
mil 260 efectivos- no participarán en misiones combativas, sino en
tareas de entrenamiento a las unidades locales y en la búsqueda de
información de inteligencia.
Por su parte, el viceasesor de seguridad nacional de la Casa Blanca
Tony Blinken dijo a la televisión Fox News que a su juicio las bandas
armadas que se oponen al gobierno sirio constituyen una fuerza
importante para combatir a los radicales, con el apoyo aéreo de
Washington y sus aliados.
Al respecto, el presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor,
general Martin Dempsey, el oficial norteamericano de más alto rango,
respalda la idea de usar en una ofensiva terrestre a unos 15 mil
integrantes de los grupos armados que intentan derrocar por la fuerza
al gobierno de Damasco.
En cuanto a los aspectos político-legales, la Casa Blanca considera
que tiene la "autoridad" necesaria para golpear a los extremistas de ISIS en
ambos países árabes.
Sin embargo, un grupo creciente de congresistas de ambos partidos
afirman que para llevar a cabo una campaña bélica sostenida, Obama debe pedir
autorización al Capitolio, ahora en receso hasta el 12 de noviembre,
una semana después de las elecciones del día 4 del mismo mes.
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