Páginas vistas

lunes, 17 de enero de 2011

La ciberguerra de Israel contra Irán ya ha comenzado.

Primero fueron los asesinatos "preventivos" perpetrados en las personas de dos científicos, ingenieros nucleares iraníes.Obra con el sello del Mosad. Ahora Israel, pone todo su extenso capital investigativo para atacar con un vírus informático letal para las centrífugas que se utilizan en el procesamiento de material radiactivo para obtener combustible útil en una central nuclear. O para contar con un arma del mismo tipo. Los entendidos de éstos asuntos, atribuyen el logro a la unidad 8200 de cibernética militar. Todo secreto y muy bien guardado.

Su criatura se llama Stuxnet, y hasta le endilgan cierta poesía. Especulan que en su código figura la fecha del asesinato en Teherán de un hombre de negocios israelí. Igualmente se invoca que contiene una referencia a Esther, la reina de Persia, una de las mujeres fuertes de la Biblia.

Lo cierto es que Stuxnet ha conseguido relentizar hasta un estado penoso el programa nuclear iraní. Según datos de Microsoft ésta arma de la guerra digital les llevó a los cibersoldados israelíes unas 10,000 horas de trabajo por parte de cada técnico involucrado en dicha misión. Apuntan que, a diferencia de los vírus y gusanos que pueden atacar nuestras máquinas o su software, esos que se multiplican en en cualquier parte, Stuxnet ha sido diseñado de manera especifica contra los programas informáticos de centrífugas que sólo se fabrican en Finlandia y en Irán. El programa atacado es fundamental en el control de la centrífuga: regula la velocidad. Sin dicho sistema, las vibraciones llegan a destrozar las máquinas. Las inutilizan. Y se señala que los diseñadores del vírus debieron contar también con un buen surtido de centrífugas, para realizar ensayos efectivos. Lo cual indica que se hizo una inversión millonaria.

Para un técnico de Symantec, la firma antivírus, el engendro de los cibersoldados de Israel tiene bastante parecido con el DNA: contiene una increible cantidad de información. Y como también ocurre en el código de los seres vivos, aporta diferentes tiempos de actividad, según de que parte del código se trate.

La vía de infección tiene cierto misterio, ya que las centrífugas no están conectadas a internet. Dicen los expertos que posiblemente vino a través de una conexión USB. Su tiempo de vida se fija hasta junio de 2012.

Las guerras del futuro ya están aquí. Y han venido para quedarse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario