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martes, 18 de enero de 2011

Kuba alucinante: Un religioso cubano en los altares

Fray José Olallo Valdés. Postulación General O.H.- Vía della Nocetta, 263
0164 Roma (Italia)
Visité con gusto y no poco asombro, la conocida iglesia de Santa Rita, donde asisten a misa las Damas de Blanco. Me llamó mucho la atención el retrato de un fraile expuesto en el coro. El párroco satisfizo mi curiosidad e incluso me regaló una estampa, que ahora me acompaña.
El fraile era José Olallo Valdés, religioso cubano de la Órden Hospitalaria de San Juán de Dios. No se le conoce familia, nació de padres desconocidos el 12 de febrero de 1820. Con un mes de nacido fue depositado en la Casa Cuna de San José en La Habana. Allí fue bautizado y quedó bajo la protección de la Órden de los Hermanos de San Juán de Dios. Con el tiempo maduró su vocación, y en 1835 lo encontramos dedicado a la atención y cuidado de los enfermos de cólera morbo en la ciudad de Camagüey. Era un experto enfermero y cirujano y todos admiraban su dulzura y esmero con los más necesitados.
Éste hombre excepcional por su entrega al prójimo permaneció 54 años, hasta su muerte, prestando asistencia sanitaria en el mismo Hospital San Juán de Dios, en Camagüey. Tuvo que vérselas con las consecuencias terribles de las guerras y la esclavitud. Particularmente destacada fue su labor durante la cruenta Güerra de los Diez Años (1868 - 1878) en la que asistió a heridos y enfermos, españoles, criollos , pobres y esclavos. La gente lo llamaba Padre Olallo, sin ser sacerdote.
Los católicos cubanos se encuentran muy contentos con la beatificación de Fray Olallo. Raúl Castro asistió a la ceremonia religiosa en Camagüey.
Ese mismo día hablé con un fraile alemán, misionero y párroco de una bellísima iglesia en el Vedado, un barrio donde aún se sostienen impresionantes casonas coloniales. Le dije que me había llamado mucho la atención las numerosas mujeres ataviadas con collares, turbantes y vestidas de blanco, como muestra de su pertenencia a los cultos afrocubanos.
"Aquí parece que han pasado del marxismo a la santeria sin escalas", comenté. Y el jóven franciscano alemán me explicó lo que ya yo sospechaba: hay algunos "babalaos" (como se denomina a los que dirigen los cultos africanos) que hacen un pigüe negocio de los ritos de iniciación de sus adeptos. Hacerse "santa"  o "santo" no es nada gratuito.La iglesia católica mantiene una postura tolerante y respetuosa con los fieles que profesan o mezclan ambas prácticas. Al fin y al cabo, los africanos esclavizados asimilaron las creencias de sus amos, pero lo hicieron manteniendo sus propias prácticas animistas.
Hubo una época en Kuba en que la profesión de creencias religiosas no estaba bien vista. Y se discriminaba de diferentes formas a los fieles. Sin embargo, a diferencia de otros países de régimen socialista, en Cuba siempre se mantuvo buenas relaciones con el Vaticano. En la actualidad, la iglesia católica está muy comprometida con la evolución y cambios que se están produciendo en la isla. Y lo hacen muy bien.

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