Cuando estuve de visita en La Habana me hice con un recuerdo muy especial: una broma que Celia Sánchez Manduley le hizo a mi padre, cercano colaborador suyo en asuntos jurídicos. Ella recortó de alguna revista el comic y le añadió frases del Doctor Quevedo. Encontrar la felicidad en el trabajo que hace uno cada día es una gran dicha. (Propiedad de la República de Cuba)
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