En medio del creciente estado de preocupación en que vivimos la gente de a pie, no viene mal conocer las reflexiones de un filósofo como Noam Chomsky. Aunque, que quieren que les diga. Las cosas no están como para entelequias académicas. Chomsky me ha hecho reflexionar. Pero no me ha convencido. Si nos entretenemos ahora en revisar la abultada historia de crímenes de Occidente (La Historia Universal de la Infamia, que diría Borges), corremos el riesgo de terminar decapitados/as o cocidos a latigazos. Y ni nos vamos a enterar de que secta, tribu o reino petrolero provienen los castigos. Eso si no les da por emplear armas del siglo XXI. Aquí falta inteligencia y firmeza. Estados Unidos ha estado demasiado tiempo de espaldas al resto del planeta. Atiborrándose de comida basura. Da lo mismo que controlen Yahoo, Facebook, que graben los más variopintos mensajes de Twitter. ¿Cómo pudieron derribarnos las Torres Gemelas?. ¿Han aprendido algo desde entonces?. Al parecer hay drones pero los/as analistas siguen siendo dummies. Hay smart phones, pero los escuchas no entienden farsi o urdu. De momento, la tecnología más potente que existe es el cerebro humano. Menudo rollo me he largado. Eso es lo que resulta de leer a Chomsky.
"El abogado Floyd Abrams tenía razón cuando describió el ataque contra la redacción de 'Charlie Hebdo' como el asalto más amenazante sobre el periodismo en la memoria viva. El problema reside en que Occidente olvida sus propios crímenes", subraya el lingüista y filósofo estadounidense Noam Chomsky.
Chomsky recuerda que en abril de 1999 las fuerzas de la OTAN realizaron un masivo ataque aéreo contra la emisora serbia RTV que resultó en la muerte de 16 periodistas en Belgrado. El portavoz del Pentágono, Kenneth Bacon, dijo entonces en una conferencia en Washington que "la televisión serbia es una parte importante de la máquina de la muerte de Milosevic, igual que su Ejército y, por lo tanto, un objetivo legítimo de ataque".
"No hubo manifestaciones o gritos de indignación, no hubo gritos de 'Somos RTV', no hubo investigaciones sobre las raíces del ataque contra la cultura y la historia cristiana. Por el contrario, el ataque fue alabado por la prensa. El prestigioso diplomático estadounidense Richard Holbrooke, entonces enviado a Yugoslavia describió el ataque contra RTV "de enorme importancia y desarrollo positivo". Esta idea fue compartida por otros", escribe Chomsky en un artículo citado por CNN.
"Cuanto más culpamos a nuestros enemigos de algunos delitos, mayor es la indignación; cuando mayor es nuestra responsabilidad en un crimen - y, por lo tanto, cuanto más podemos hacer para ponerle fin -, menor es la preocupación, tendiendo incluso a olvidarlo o a negarlo", resume el filósofo estadounidense.
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