La posibilidad de que se usen virus y/o bacterias como armas de destrucción masiva es real. Está más que justificado que las cepas susceptibles a convertirse municiones de ADN estén a buen recaudo. Hay centros de referencia en los que existen muestras de los patógenos más mortíferos conocidos. Desgraciadamente un fallo de manipulación puede desencadenar hasta un brote epidémico.Calificar un laboratorio militar que posee muestras de patógenos como "el más secreto del mundo" es un toque de imaginación periodístico. De una u otras forma, todos los ejércitos del siglo XXI deberían estar preparados para predecir un ataque con armas biológicas. Y sobre todo para evitar que los patógenos caigan en manos del enemigo. El artículo de Russia Today cierta gracia. La realidad ninguna.
"El ébola, el carbunco y la reciente 'epidemia del sueño' en Kazajistán son algunas de las enfermedades con las que está relacionado el laboratorio militar más secreto del mundo, el USAMRIID, Instituto Militar de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas de EE.UU. en el Fort Detrick. Expertos han conseguido rastrear una figura muy emblemática de esta institución.
Este año en Kazajistán se abre el Laboratorio Central de Referencia en la base del antiguo Instituto de Investigación sobre la Peste de la URSS. Recibirá ayuda financiera del Departamento de Defensa de EE.UU.
Oficialmente el laboratorio, en la ciudad de Almaty, se crea para garantizar la seguridad del almacenamiento de los agentes patógenos de alta peligrosidad que han quedado en Kazajistán del programa militar biológico soviético, para investigar las formas de protegerse contra estos patógenos, así como para la contratación de exbiólogos militares.
Dmitri Popov, jefe del Centro de Información de los Urales del Instituto Ruso de Estudios Estratégicos, cree que en realidad el laboratorio servirá para el desarrollo de armas biológicas para Estados Unidos.
Según Leonid Savin, de la Fundación de la Cultura Estratégica de Rusia, el laboratorio estará dirigido por Kanatjan Alibekov.
Fuga a EE.UU.
En 1992, Alibekov abandonó su puesto de subdirector de la empresa Biopreparat, creada en los años 1970 en la URSS para investigar las armas biológicas, y dejó Kazajistán para irse a EE.UU.
Según sus propias palabras, durante los primeros años en EE.UU. trabajó para ayudar a crear un sistema de protección contra las armas biológicas y periodistas rusos afirman que trabajaba para USAMRIID. Precisamente esta organización fue mencionada por la periodista de RT Karen Méndez, entre otros, como lugar donde se creó el ébola.
El carbunco
Según periodistas rusos, Alibekov, que en "Biopreparat" investigaba el carbunco (ántrax maligno), vendió secretos soviéticos a Estados Unidos. El apellido de Alibekov aparece mencionado en el libro sobre armas biológicas de EE.UU. 'Germs: biological weapons and America's secret war' de 2001 en la descripción del proceso de la creación de una cepa peligrosa del carbunco en forma de polvo.
Alibekov investigó el carbunco junto con William Patrick, ex jefe del departamento del programa de armas biológicas del Ejército de Estados Unidos durante la Guerra Fría, que obtuvo del USAMRIID cinco patentes para el uso del carbunco como arma".
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