 Ottawa, 23 oct (PL) El reciente ataque contra el parlamento canadiense es una respuesta al aval legislativo a la participación del país en la guerra contra el Estado Islámico (EI) en Iraq, señala el sitio digital Global Research.
Muchos temen que la manipulación que hacen las autoridades de hechos como este, que ocurrió en la mañana de ayer, incremente la islamofobia y la discriminación racial de los órganos represivos de este país, añade el artículo.
En el atentado resultó muerto un soldado y uno de los supuestos atacantes cerca de la sede principal del Parlamento, después que la Cámara de los Comunes avalara el despliegue de aviones militares y fuerzas especiales a misiones de combate en Iraq.
La medida fue aprobada a pesar de la estrecha mayoría con que cuenta el Gobierno Conservador del primer ministro Stephen Harper en el parlamento, añade el comentario de Global Research.
Después de que la Real Policía Montada de Canadá informara sobre el tiroteo, no quedó claro si otros sospechosos aún están en libertad.
Pero la verdadera intención de las fuerzas policiales no era precisamente dar datos esclarecedores sino repetirles a los canadienses que deben estar "vigilantes y reportar cualquier actividad sospechosa"
Este ataque en Ottawa tuvo lugar dos días después de que un hombre atropelló a dos soldados con su automóvil y mató a uno de ellos en la ciudad de Saint-Jean-sur-Richelieu, provincia de Québec, a unos 40 kilómetros de Montreal.
El sospechoso, identificado como Martin Couture-Rouleau, de 25 años fue muerto a tiros por las unidades especiales del orden.
La campaña oficial sobre el tema aseguró que el joven "quería convertirse en terrorista", mientras el diario Ottawa Sun señaló que "su familia y las autoridades tratan de averiguar por qué él siguió las órdenes del EI para asesinar", concluye Global Research.
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