Iñaki Urdangarín |
Si uno analiza los negocios con los que al parecer, estaba lucrándose el Duque de Palma con cierto cinismo, resulta que a fin de cuentas sus variados pelotazos lo único que aportaban era prestigio social, lustre y oropel, salir en la foto con la infanta Cristina y el propio Urdangarín.
Otra tentadora oferta de Nóos, dirigida a empresas, era la posibilidad de contribuir con cuotas fijas anuales por actividades de "mecenazgo". Otra forma de salir en la foto.
Pasemos un tupido velo en cuanto a las presuntas actividades deportivas para favorecer la integración de personas con discapacidades. Eso, si ha sido real, roza el delito.
Tal vez durante el proceso judicial, si es que se lleva a cabo, Iñaki Urdangarín tenga la oportunidad de pedir disculpas, perdón o lo que estime pertinente. No es gran cosa pero daría apariencia de respeto por los ciudadanos.
También puede que sea inocente y entonces no sé que van a hacer con el muñeco del Museo de Cera.
Le vendo una idea al señor Duque: que cree de verdad un centro deportivo para niños y personas con discapacidades. Que se auspicie la integración de niños víctimas de bombas antipersonas.
No se si ganará mucho dinero, pero seguro que respirará aliviado.
Ha de reconocer de alguna manera que el fin, hacerse rico, no siempre justifica los medios.
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