Tras los ataques del 9/11 se produjeron en Estados Unidos unos inquietantes envíos de sobres conteniendo esporas de antrax, un pelligroso agente biológico.
El asunto ,que no se llegó a esclarecer en profundidad. dejó al menos 5 muertos.
El ataque con antrax resultó una llamada de alerta sobre la importancia real de las armas biológicas.
La preparación de agentes biológicos como la viruela o la turalemia no requiere demasiados recursos.
Frente a las armas biológicas lo único que se puede hacer es tener a punto métodos de diagnóstico, vacunas y medicamentos.
Entre 2001 y 2011 Estados Unidos ha destinado un presupuesto de 60 millones de dólares para apuntalar un sistema sanitario en precarias condiciones frente al reto de agentes biológicos.
Se creo el Biomedical Advanced Research and Development Authority (BARDA) con el objetivo de contar con un "Bioescudo", y comprar vacunas y medicamentos.
Dentro del programa de defensa frente a armas biológicas resulta muy importante el US National Institute of Allergy and Infectious Diseases, que se alzó con unos 1,5 millones de presupuesto.
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