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sábado, 10 de enero de 2015

Obituario festivo

Como Fidel Castro no se ha dejado ver últimamente, ni siquiera en la señalada fecha del regreso a Cuba de "Los Cinco", se han desatado, con notable intensidad, los rumores de que está muerto, bien muerto, aunque todavía insepulto. 
Lo cierto es que con las ganas que le tiene cierta parroquia viejuna, vamos, no es nada de extrañar que ya se preparen para el jolgorio. Fidel desde luego es duro de pelar y les ha hecho esperar mucho.  Hizo la guerra en la Sierra Maestra y más tarde, ya en el poder, sobrevivió a más 600 intentos de atentados. Al fin, como nos va a suceder a todos, se enfrentó a una grave enfermedad y decidió su retiro. 
Pueden estar seguros/as de que si supiera con certeza que el Comandante ha muerto no me pondría a pegar saltos de alegría. Y no lo digo por mor de la dichosa corrección política. Regresaría al día que lo contemplé con ojos de niña maravillada en el pomposo Salón de los Espejos del edificio que hoy es "Museo de la Revolución".  Y luego rememoraría las numerosas  veces en que aparecía como una tromba por la universidad y era una una buena excusa para salir de las aulas. a escucharlo. No, definitivamente, no voy a celebrar su muerte. Él ha sido parte de mi infancia. De los personajes que poblaron una infancia especial.
Cada uno/a es muy libre de meter en su vida a un personaje de leyenda, plagado de contradicciones, errores, luces, sombras, pero de cuyo fantasma parlante no se van a librar ni sus más rabiosos detractores.
Si Fidel ha muerto, Comandante, Hasta la victoria siempre. Y que lo absuelva o lo disuelva la Historia que a usted tanto le ha importado. En lo que quiere ser un obituario festivo les dejo unas 10 falsas muertes 


1. Un mujer fatal. Fidel, en sus años mozos, era un hombre muy pero que muy sexy. Así que una mujer podía ser el vehículo apropiado para eliminarlo, por eso de Eros y Tanatos. La señora en cuestión se llamaba (o llama) Marita Lorenz, y en los sesenta estaba considerada como uno de los muchos ligues de Castro, Supuestamente aceptó una oferta de la CIA en la que ella le haría ingerir cápsulas envenenadas. Lorenz se las arregló para introducir las pastillas en el dormitorio de Fidel, pero acabó guardándolas en su tarro de crema hidratante, por lo que las píldoras se disolvieron en la crema y ella se vio obligada a desistir del plan. Para mi que le entró miedo, O que las pastillas eran una mierda.


2. El traje envenenado. En 1975, el Comité de Inteligencia del Senado de EE.UU. afirmó que había pruebas concretas "de un plan para obsequiar a Castro con un traje de neopreno forrado con esporas y bacterias que le provocarían una grave enfermedad en la piel (o tal vez algo peor)". El plan supuestamente involucraba al abogado estadounidense James B. Donovan, quien debía entregar a Castro el traje durante la negociación para liberar a los prisioneros de bahía de Cochinos. Según informó AP en 1975, el plan fue abortado "cuando Donovan entregó a Castro un traje de buceo diferente por iniciativa propia". Otra vez cogieron miedo o los cubanos los pillaron. Bueno es Fidel como para calzarse un regalo de Donovan.

3. Pluma-jeringa hipodérmica. La CIA equipó una pluma estilográfica con una aguja hipodérmica tan fina que Castro no podría darse cuenta cuando alguien chocara contra él inyectándole un potentísimo veneno. Este plan también falló. Bueno con la puta CIA. ¿Quién iba a acercársele tanto al Comandante?. Parece de Mortadello y Filemon.

4. Un puro explosivo. Supuestamente la CIA habría tratado de eliminar a Fidel Castro usando un explosivo envuelto en un puro, tan potente como para hacer volar su cabeza por los aires. En 1967, el diario 'Saturday Evening Post' informó que la Agencia ofreció a un oficial de la Policía de Nueva York llevar a cabo el plan durante la visita de Castro a las Naciones Unidas en septiembre de 1960. El atentado no se realizó. Fidel no se hubiera fumado un puro de un pringao, faltaría más. A él se los hacen especiales.

5. Un puro venenoso. Tras el intento fallido de matar a Fidel con un puro explosivo, la CIA no renunció a acabar con el líder cubano a través del tabaco, por lo que la agencia contrató a un agente doble para que hiciera llegar a Castro un puro envenenado con toxina botulínica, capaz de matarle en un breve espacio de tiempo. Sin embargo, si bien el agente llegó a recibir la futura 'arma', no fue capaz finalmente de llevar a cabo el atentado. Lo pillaron, je, je, je. Que manía con los puros, repito:Fidel tiene los suyos personales.

6. La caracola explosiva. Sabiendo que a Castro le gusta bucear, la CIA planeó colocar un artefacto explosivo en una concha de caracol en uno de los lugares favoritos de Fidel para practicar este deporte. La Agencia preparó una caracola con colores brillantes y de aspecto lo suficientemente inusual como para atraer la atención del líder revolucionario, asegurándose de que estuviera lo suficientemente cerca de la concha cuando esta explotara como para quitarle la vida. El plan tampoco tuvo éxito. La detectaron. Está en el Museo del MinInt. Hay que ser gilipollas para engañar a los conocedores de la vida submarina tropical.

7. Nair. De acuerdo con el citado informe del Comité de Inteligencia del Senado estadounidense de 1975, EE.UU. creía que parte del poder de Castro residía en su barba. La CIA calculó que la pérdida de la barba mostraría a los cubanos que Castro era débil y falible. Así, un plan a medio esbozar contempló poner sal de talio (un producto químico que se usa en productos depilatorios como Nair) en los zapatos de Fidel Castro o en uno de sus puros. El producto químico sería absorbido o inhalado por el líder, provocando la caída de su vello facial, el plan tampoco se llevó a cabo. Influencias bíblicas. Hay que ver cómo se comen los mocos. Fidel como Sansón.

8. LSD. En lo que fue un esfuerzo no tanto por matar a Fidel, sino para desacreditarlo, la CIA habría contemplado gasear una estación de radio donde Castro estaba dando una transmisión en directo, con un aerosol que contenía una sustancia similar al LSD. La idea era que cuando Fidel enloqueciera mientras se dirigía en vivo a la nación, los cubanos pensaran que su líder había perdido la razón y dejaran de confiar en él. Nadie podía soltar un aerosol de LSD en un estudio de radio o tele. Se come el spray. Además. se corta la trasmisión y asunto terminado. A disfrutar el colocón.

9. Pañuelo con bacterias mortales. En su aparente obsesión por llenar a Fidel de bacterias nocivas y de toxinas, la Agencia también consideró hacerle llegar un pañuelo impregnado de bacterias que le provocarían una grave enfermedad. La verdad que aquí me lo tomo más en serio: con tal de cargarse a Fidel introducen bacterias resistentes en una isla tropical. Hacerle llegar algo a Fidel,como a cualquier jefe de estado, es más bien chungo.

10. El batido envenenado. Al parecer, lo más cerca que la CIA estuvo de matar a Fidel Castro fue cuando por poco logra hacerle beber un batido de chocolate, en el Hotel Habana Libre (antes Hilton)de naturaleza mortal en 1963. Se pretendía aprovechar la afición de Comandante al batido de chocolate. La presencia de Fidel impresiona, y por eso casi justifico al patoso camarero asesino. Resulta que tenía en la nevera la siniestra capsulita, Bastaba con vaciar su contenido en vaso del Comandante. Pero se puso tan nervioso que la extrajo del congelador de mala manera y la cápsula se rompió. De más está decir que tras semejante acumulación de amenazas, Fidel se dotó de unas medidas de seguridad tales que los próximos intentos, a lo largo de cincuenta años, resultaron fallidos.







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