“Dejen de preocuparse por el ébola y empiecen a preocuparse de lo que significa” (Stop Worrying About Ebola and Start Worrying About What it Means) titula el doctor Levine su trabajo, publicado el 13 de agosto por el diario digital neoyorquino The Huffington Post.
“Tristemente, los medios occidentales ignoran el contexto de abandono de la salubridad pública y las increíbles desigualdades que existen en el mundo que están en su origen”, hace notar Levine.
“Los dos últimos estadounidenses infectados en Liberia están mejorando, no porque recibieran un suero mágico, sino por la atención médica recibida y su rápida evacuación a hospitales modernos con instalaciones de cuidados intensivos”.
La tasa de mortalidad a causa de todas las enfermedades, desde la neumonía hasta los ataques de corazón pasando por el cáncer y los accidentes de tráfico, es más alta en el África subsahariana que en cualquier hospital occidental. Pero la posibilidad de morir a causa de cualquier enfermedad en este mundo, el ébola incluido, tiene mucho que ver con la geografía.
Según el galeno norteamericano, existen varios tratamientos efectivos para el ébola que pueden ayudar a las personas que pasan por las peores fases de la enfermedad e incrementar sus posibilidades de supervivencia, como la reanimación mediante fluidos intravenosos, glóbulos rojos, plaquetas, sustancias coagulantes para evitar las hemorragias, antibióticos para tratar las infecciones bacterianas más comunes, oxígeno, etc. Además, un equipamiento de diagnóstico moderno puede ayudar a médicos y enfermeros a seguir las constantes vitales para controlar a los pacientes en caso de complicación.
Levine asegura que el ébola no es la enfermedad más contagiosa que se conoce, se contagia solo por contacto físico, especialmente por los fluidos corporales, no se transmite por el aire ni por aerosoles, lo que la hace menos contagiosa que otras enfermedades transmisoras, como el sarampión, la varicela, la tuberculosis o incluso la gripe.
En los seis meses en que el ébola ha matado unos mil niños y adultos en el África subsahariana, en la región han muerto 298 mil niños de neumonía, 193 mil de diarrea, 288 mil personas de malaria y 428 mil por lesiones, incluyendo en accidentes de tráfico.
Opina el experto que un mejor acceso a servicios de urgencias y cuidados intensivos ayudaría a salvar a los pacientes de ébola y también a los afectados por los más letales problemas antes citados.
En África Occidental, el ébola se ha extendido rápidamente debido a la falta de medidas básicas sanitarias en hospitales públicos y clínicas con equipamiento precario. Muchos centros carecen de productos tan necesarios y básicos como guantes y batas, y en muchos otros escasea el agua o el alcohol, imprescindibles para la higiene.
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