Nuevas sobre Endesa. Dejo lo de la prometida misiva del ejecutivo a fin de hacerles llegar a todas/os que tal vez hay vida fuera de Endesa. Ofrezco datos reales. Sin referencias a mis fuente: una profesora del Instituto Monturiol, madre de dos hijos, 46 años guerrilleros. Me la encuentro en uno de mis (entrenamientos urbanos) patrocinados por Endesa para personas activas, inquietas, preocupadas por sus gastos, necesitadas de disfrutar de la vida. Bueno, mi compañera de club de lectura celebra mi delgadez no anoréxica pero patente. "Gracias a Endesa", explico. Y fue perdonen la grosería, como si le hubieran pegado un corrientazo en, bueno, ambas somos mujeres universitarias, leídas, amantes de Joyce. "Coño, tú también. Pero hay solución. Pásate a". Y me dice "SOM ENERGIA". (Perdón por las mayúsculas, no les grito). Nos despedimos sin besos ni arrumacos. Le doy las gracias. Solidaridad militante. Un comando "fiat lux" frente a Endesa. (Goethe dixit, no codondesastre, colegas).
Ojo al dato: No he entrado en "Som energía". Lo haré en cuanto pueda. Estoy en la Biblioteca amada. Climent de Fagues. Aquí no gasto mi luz. El zulo o piso franco está desconectado. Aquí, gracias al sistema de bibliotecas públicas de la Gen de CAT, tengo casi todo lo que necesito.
Pero va otra estampa de la realidad. Un cajera de Mercadona, mujer amable y eficaz (y anda que el personal que tiene que soportar se las trae). Con su dulce acento del Sur de América, me comenta que: "He ido a bajar el voltaje. Porque las facturas", y hace un ademán de mirar al cielo.
Y es que Endesa se abstiene de explicar a los clientes (servidores suyos), las posibilidades de pagar el tipo de suministro que necesitan. La potencia. Endesa aplica la verborrea publicitaria. Nos condena a un 800 que hace esperar, mortifica, con nula atención.
Termino. La Biblio cierra. Si dejo de transmitir más de una semana contacten con Nuri. O con Magda. De la Biblioteca. Tengo miedo. Comando "fiat lux" gegen Endesa.
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