Páginas vistas

viernes, 28 de febrero de 2014

Stop sexual harassment


El pueblo donde habito se llama Figueres. Aloja el Museo Dalí, un excelente Museo del Juguete, y otro centro de artes plásticas, dedicado a artistas ampurdaneses. Desgraciadamente las calles figuerenses suelen aparecer tachonadas de cagadas de perros, por lo que practicar joggin urbano aquí resulta de alto riesgo. Pero a lo que voy. Relato una experiencia propia. 
Un sábado muy soleado, casi un día primaveral, decidí correr un poco por un camino que queda cerca del Cementerio Municipal. Créanme, es una zona grata nada fúnebre o tenebrosa. Estaba yo en lo mío tan contenta, cuando un tipo comenzó a seguirme. Una que no se chupa el pulgar lo detectó enseguida. Hubiera sido una estupidez continuar el paseo. Pegué una buena carrera hasta alcanzar la calle Progress (curiosamente es la que desemboca en la avenida del Cementerio). Perdí de vista al individuo. La carrera me entonó el body. Pero el cabreo no se me acababa de pasar. No tenía miedo. Estaba que me subía por las paredes por haber tenido que soportar la conducta incivil del energúmeno.
Ahora aporto otra perla: salíamos de los ensayos de la Coral Polifónica Cristina, esforzada profe de inglés y yo bloggera empedernida y otras cosas peores. Eran las nueve y media de una noche  fría. Y a que no adivinan lo que nos topamos en el portal de un comercio de mantas bien conocido y céntrico. Pues ni más ni menos que un tío cascándosela a placer. Masturbándose en la vía pública. Con aquel frío. Allí él dando el numerito. Al principio no nos lo creíamos. Luego nos pusimos a elucubrar otras posibilidades. ¿Y si le da por, bueno, eso?. Al llegar al coche casi nos reíamos. Pero estábamos convencidas que lo habíamos vivido como una agresión. Guarro. Gilipollas. ¿No lo puede hacer en su casa?. ¿O en otro sitio fuera de la vista de los viandantes?. 
Con frecuencia en Figueres, me cruzo con sujetos masculinos desconocidos que saludan y musitan piropos indeseados "rica, mami".  Han visto mi foto sin Photoshop y no voy de sex simbol. Eso sí, salgo y hago lo que me da la gana a la hora que me plazca, faltaría plus. ¿O voy a tener que solicitar al Ayuntamiento los servicios de un guardia urbano que me saque, como a los perros, cogida de una trailla?
Pasear por el Parc Bosc al anochecer, mejor que no.
Muchas mujeres figuerenses estamos hartas de los piropos indeseados. No somos "mami", "ricura". No deseamos saludos melosos de desconocidos calenturientos. No vamos en busca del maromo de nuestra vida. No buscamos maromos, vamos.
Nadie hace nada. Ni contra las cagadas. Ni contra el sexismo cotidiano.
Aquí va un extracto del blog de Laura Bates, pueden seguirlo en "The Guardian".
"Walking down a quiet street at around 7pm a few nights ago I noticed, without thinking anything of it, that there were two men coming towards me in the opposite direction. It being dark but for the street lamps, it wasn't until they came quite a lot closer that I started to notice the tell-tale signs. As they neared, the men were overtly looking me up and down, eyes lingering on my breasts and legs, before turning back to one another, saying something I couldn't hear, and sniggering. My heartbeat quickened, the hair rose on my arms, and I felt the usual emotions flood through me. Fear. Anxiety. Impotence. Anger. Frustration. Misplaced embarrassment and shame.
This is one of the things I think some men don't understand, the men who ask you what the big deal is about street harassment, say they'd love it if it happened to them, or suggest you just "take it as a compliment". It's not a simple, one-moment experience. It's a horribly drawn-out affair. The process of scanning the street as you walk; the constant alert tension; the moment of revelation and the sinking feeling as you realise what is going to happen. Countless women have written to me about the defence mechanisms they put in place – walking with keys between their knuckles just to feel safe – wearing their earphones so they can keep their head down and ignore it. The whole process of going out, particularly at night, can become fraught and difficult.
Why don't you just take it as a compliment?"

No hay comentarios:

Publicar un comentario