Los alemanes votan lo seguro. Votan centro y tranquilidad.Y si algo ofrece Angi Merkel es mucha seguridad. Hay políticos que vienen y van. Que pretenden engatusar al personal con sus oriflamas verbales. Luego todo se queda en agua de borraja. Por desgracia para las mujeres, existen ciertas señoras parlamentarias o dirigentes destacadas que parecen más interesadas por lucir palmito, sostenerse con garbo en los taconazos, y que el maquillaje no se les escurra, que en producir iniciativas, que es para lo que están, digo yo. La Canciller alemana es todo lo contrario. Cuando habla dice mucho, con pocas y certeras palabras. Su lenguaje corporal es escueto, sereno. Pero si se fijan Merkel tiene una mirada viva, acerada, con la que cuando lo precisa reparte desplantes visuales. Como para dejar tieso al más pintado. Angi es dura en el sentido de consistente. Tal vez se deba a su sólida formación científica. Me imagino que cuando está entre amigos puede derrochar ingenio. Ser una grata compañera de mesa frente a unas enormes cervezas alemanas. Pero su vida personal es asunto de ella y su familia. Merkel es una Jefa de Estado no una señora o un señor que se ha metido en política. La diferencia es significativa. Supongo que por eso la votan. Tienen suerte, vamos. (Fotos de Der Spiegel) |
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domingo, 22 de septiembre de 2013
Mutti Merkel
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