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miércoles, 7 de agosto de 2013

Fervor de Buenos Aires en La Habana



Fervor de Buenos Aires - Jorge Luis Borges
Andaba callejeando por La Habana vieja, esa ciudad de las columnas y los milagros. El calor me había sofocado. Y entré en una ínfima librería de viejo. Más bien una habitación medio derruida rodeada de cajones y estantes descabalados. Me recibió un hombre cordial de edad indefinida. - No - dijo - yo no soy el dueño, él ha salido a comprar el pan, ya sabe como es eso. Pero pase con confianza y mire lo que quiera. Y me franqueó una puerta que daba a otra habitación atestada de libros, revistas, carteles, folletos. Curiosos recetarios de cocina. Novelas de Corín Tellado. Textos de marxismo. Una Babel de papel. Pero como se estaba al fresco y yo padezco una bibliofilia aguda, decidí explorar un territorio tan promisorio. Y entonces acerté a revolver un cajón polvoriento que alguna vez sirvió para alojar botellas de cerveza Cristal. Allí estaba "Fervor de Buenos Aires", con la portada dibujada por Nora Borges. El resto se lo pueden imaginar. O tal vez no. Pagué lo que el buen hombre quiso. En CUC, claro, que es la moneda que ayuda a vivir mejor en Cuba.Le dí una propina y desaparecí. Todavia no me lo acabo de creer.
 







BARRIO RECONQUISTADO

Nadie vio la hermosura de las calles
hasta que pavoroso en clamor
se derrumbó el cielo verdoso
en abatimiento de agua y de sombra.
El temporal fue unánime
y aborrecible a las miradas fue el mundo,
pero cuando un arco bendijo
con los colores del perdón la tarde,
y un olor a tierra mojada
alentó los jardines,
nos echamos a caminar por las calles
como por una recuperada heredad,
y en los cristales hubo generosidades de sol
y en las hojas lucientes
dijo su trémula inmortalidad el estío.

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