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miércoles, 29 de mayo de 2013

La (incierta) enzima prodigiosa




A ver, vaya por delante que adoro la cultura japonesa, que estoy convencida de que las artes marciales, practicadas con rigor y asiduidad y a cualquier edad, son sanísimas, que el budismo zen contiene mucha sabiduría. Los japoneses, su forma de ver la vida, su valor para arrostrar las desgracias deberían inspirarnos. Su gastronomía es suntuosa y tentadora. Entre mis cineastas favoritos se encuentra Akira Kurosawa (Trono de Sangre, Los siete samurais). Murakami, delicado, felino, mágico, es uno de mis novelistas de cabecera. Y que me dicen del manga. Y de esa criatura televisiva llamada Sinchan. Por eso, que quieren que les diga, me sabe muy mal comentarles que "La enzima prodigiosa", del gastroenterólogo japonés Hiromi Shinya contiene unos cuanto buenos consejos y absolutamente nada de ciencia. Ni una sola publicación científica. Ni una investigación de ninguna naturaleza. Claro que no se trata de un texto basura. Hay algunas ideas buenas. Cada uno sabrá si le compensa comprarlo. Yo lo he leído y les dejo mis anotaciones.

Los buenos consejos alimentarios los resumiría así:

Hay que comer a diario: cereales integrales, verduras, legumbres, algo de pescado, algas, alimentos con enzimas vivas; como la sopa de miso, el shoyu o los pickles, pequeña cantidad de frutas fuera de las comidas, además de masticar bien cada bocado, ejercicio diario moderado y cultivar una actitud tranquila y positiva en la vida.

Las afirmaciones del doctor Shinya que me parecen casi delirantes:

"Mi investigación me indica que una fuente de energía emocional positiva, como la aparición del amor, la risa y la alegría, puede estimular a nuestro ADN para generar una cascada de nuestra enzima madre, la enzima prodigiosa, que actúa como biocatalizador que repara nuestras células."

"Pienso que hay una enzima madre, una enzima prototipo, sin especialización. Hasta que esta enzima madre se convierte en una enzima específica como respuesta a una necesidad particular, tiene el potencial de convertirse en cualquier enzima." (Comentario: No se sustenta. Porfa, demuéstrelo)
"El cáncer de colon me dice que el abastecimiento de las enzimas madre ha sido reducido y no puede reparar las células de forma adecuada. Al estar convencido de que nacimos con una cantidad limitada de esta enzima madre y que no deberíamos extinguirla con la comida mala, las toxinas, la eliminación deficiente y el estrés, he llegado a entender otra cosa".

"Hay cinco «flujos» en el cuerpo humano: el sanguíneo y linfático, el gastrointestinal, el urinario, el del aire y el de la energía interna («chi»)." (Ni flujos ni cuentos chinos)

"No es buena idea comer animales con alta temperatura corporal, como el buey y el pollo, porque la grasa animal se solidificará en el torrente sanguíneo. Es mucho mejor comer animales con una temperatura corporal baja, como el pescado, porque el aceite de pescado se licúa en el cuerpo y llega a lavar las arterias en lugar de depositarse en ellas. "  (Total, que comamos menos carnes grasas y rojas).

"Si la medicina ha progresado de verdad, ¿por qué no hay menos enfermos? ¿Será porque la medicina moderna está equivocada en su premisa básica? Creo que la respuesta es sí. (Ah querido doctor, su pregunta da para una tésis de grado. ¿Y la influencia de la industria farmacéutica?, ¿Y los mecanismos del mercado de alimentos?. Y por cierto, claro que hay menos enfermos, si lo ponemos en contexto de la evolución epidemiológica.



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