Suicidios por desalojos

Cuando termino de escribir el post sobre los suicidios en Asia (a paper made by Science) voy a la página digital de "El País" y allí me doy de cara con la noticia de que un hombre de 59 años se ha quitado la vida, al parecer agobiado por una deuda de alquiler. Y tal vez por terribles circunstancias familiares. Entonces me parece que hablar, o postear, sobre los suicidios en China es casi un insulto para todos esos ciudadanos que en cualquier punto de Spain están desesperados, deprimidos en grado extremo. Esas y esos que no ven salida y no encuentran modo de encausar su vida en las terribles condiciones de las que no controlan nada. Parados mayores de 45 años que se sienten como mercancía caducada. Recién graduados universitarios con idiomas, masters y cuanto se pueda pedir que han de largarse forzosamente a buscar un empleo digno fuera de España. Pequeños empresarios hundidos  hasta el cuello. Que ya no saben como ponerse para evitar cerrar el negocio. Y entonces me vienen a la neurona insomne ellas/ellos. Los ungidos por la fortuna. Los promotores de chiringuitos caritativos. Las/los muy nobles protagonistas del papel couché. Mientras los médicos y las enfermeras tienen que salir con sus batas blancas a protestar en las calles de Madrid por los recortes contra la sanidad pública. Y se imparten clases fuera de las aulas universitarias. Que frivolidad de blog tengo. Hablar de suicidios en China.