Pablo Picasso incluyó la figura felina en numerosas ocasionas. Pero es tal vez el artista que mejor ha recogido la faceta predadora de los félidos. El pájaro resulta desgarrado vivo y se nota que emite un último grito de socorro. Mi querida gata era una experta cazadora de ratones de campo y pájaros que no se molestaba en mordisquear. Lejos de eso, jugaba con ellos y cuando se aburría me los depositaba debajo de mi lado de la cama. Creo que era una especie de homenaje. Aunque con los gatos nunca se sabe. En el mejor de los casos me recordaba mi ineptitud para tales menesteres cinegéticos. |
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viernes, 21 de septiembre de 2012
Picasso felino furioso
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