El hombre que se aproximó al presidente Mariano Rajoy no llegó a transmitirle todo el contenido de su mensaje. Ni tampoco pudo entregarle el casco de minero que portaba en una bolsa.
-“¿Quién eres y de dónde?”, alcanzó a preguntarle Rajoy. “Me llamo Ibán García del Blanco, senador del PSOE de Castilla y León”, le respondió y a continuación intentó relatarle el conflicto que viven las cuencas mineras por el recorte que han sufrido todas las partidas para el sector de la minería.
Existe una notable inquietud en Castilla y León y Asturias, entre otras cosas, por los recortes que se han hecho en todas las partidas. No hay futuro para la minería. Y tampoco existen otras salidas.
En ese momento las palabras de García del Blanco quedaron en el aire. Varios policías de paisano, miembros de la escolta del presidente, se llevaron a rastras al senador castellano-leonés.
El senador, una vez apartado del lado del presidente, recordó con gran compostura a los guardias que estaba dentro del hemiciclo por su condición de senador. Pero ni así le soltaron el brazo hasta que estuvo suficientemente apartado del presidente. Como si de un vulgar agitador se tratara.
Tal vez lo confundieron con un "perro y flauta", pese a que su aspecto era especialmente cuidado.
La verdad que España parece definitivamente ser muy diferente. Va alegremente de una vergüenza a otra sin escalas. ¿Tendremos que acostumbrarnos al mangoneo por parte de las fuerzas públicas? ¿A las alegres bofetadas gratuitas a manifestantes pacíficos (no me refiero a rufianes)?.
¿No se deteriora así el Estado de Derecho?. ¿Tendremos que soportar las corruptelas con la boca cerrada y encima aplaudiendo a sus perpetradores?
Da la impresión que vivimos en un tórrido "reality show". La fauna es locuaz, variada y divertida. Aquí todo el mundo y su hermano se ha forrado. Pero ahora a nadie se le exigen responsabilidades. Los banqueros, torpes y confusos gestores, cuando hunden una entidad financiera se van directo al dolce far niente con asignaciones multimillonarias. El letrado del Poder Judicial le carga sus caprichitos al Estado. El señor del supremo pelotazo se monta sus chiringuitos benéfico-deportivos, unas ONG´s directas a su noble bolsillo.
SOS Espagne. La peste el último. Menos mal que existe "La Roja".
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