Odio el día de San Valentin de los supermercados. Las horteradas varias con las que se celebran revolcones efímeros.
Son tantos los amores falsos que por suerte he logrado espantar.
Pero tengo el privilegio de mostrar la pareja de eternos enamorados a los que debo la vida: César y Ana.
Amor para toda la vida.
Siempre conmigo.
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